Con el alma del maíz y el corazón de la cocina mexicana, el pastel azteca se presenta como una joya culinaria que honra nuestras raíces y conquista paladares. Esta receta, ideal para compartir en familia durante el mes patrio, combina lo mejor de la tradición con un toque casero irresistible: capas de tortillas de maíz, carnita jugosa, queso fundido y una cremosa salsa de chile poblano que recuerda a una bechamel, pero con todo el carácter mexicano.
A menudo comparado con una lasaña por su estructura en capas, el pastel azteca es mucho más que eso: es un homenaje a los sabores que han acompañado a los pueblos originarios desde tiempos prehispánicos. Según el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México, sus raíces podrían encontrarse en Oaxaca o Baja California, donde el maíz era el eje de la alimentación y se combinaba con guajolote, verduras y tortillas para crear platillos sustanciosos y memorables.
Hoy, este clásico se reinventa en cada cocina. Algunos lo prefieren con salsa roja, otros con verde, y hay quienes optan por pollo, res o incluso versiones vegetarianas. Lo cierto es que el pastel azteca se adapta, pero nunca pierde su esencia: reconfortar, reunir y celebrar.
Lo mejor de todo es que prepararlo no requiere grandes gastos ni largas horas. Es accesible, rápido y perfecto para quienes buscan una comida sabrosa con identidad. Así que, si lo que se busca es un platillo que combine historia, sabor y practicidad, el pastel azteca es la elección perfecta.
A continuación, se comparte la receta para que cada quien pueda preparar en casa un pastel azteca bien suculento, digno de cualquier celebración mexicana.
Ingredientes:
1 kg de tortilla
¾ de kilo de pollo, res o puerco deshebrado
2 chiles poblanos ya limpios y fileteados
200 g de elote amarillo
600 g de queso Manchego rallado
1 cebolla fileteada
300 g de chorizo verde
200 g de crema
Sal y pimienta al gusto
Para la salsa:
3 chiles poblanos ya limpios
6 tomates ya cocidos previamente
200 g de crema
2 ajos
1 litro de caldo de pollo
Procedimiento:
Para la salsa, pon a moler los chiles poblanos, los tomates, los ajos, la crema y el caldito de pollo hasta que se forme una mezcla homogénea y de un verde bonito. Reserva.
En un sartén bien caliente pon a freír el chorizo con su propia grasita por unos 7 minutos. A esa altura ya habrá bastante aceite, así que cuela el chorizo y vuelve a ponerlo en el sartén. Agrega la cebolla fileteada y deja que se acitrone un poco. Luego añade el pollo o la carne desmenuzado y mezcla bien. Apaga el fuego y sirve en un bowl.
Agrega los granos de maíz, los chiles poblanos restantes fileteados y un chorrito de crema. Mezcla bien.
Toma un refractario y coloca un chorrito de salsa, una capa de tortillas, una capa de la mezcla de carne, una de queso a tu gusto, un chorrito de crema y así sucesivamente hasta llegar al tope.
Mételo al horno precalentado a 180° por 40 minutos, hasta que el queso tome un tono doradito. Saca, deja enfriar un poco y sirve.
