Mi receta de hoy es una cortesía de mi querida tía Chela, y cada bocado me transporta a tiempos felices de mi infancia. Estas empanadas, además de ser deliciosas y fáciles de preparar, guardan en cada mordisco un pedacito de nostalgia. Recuerdo claramente aquella época en la que llegaba a su casa en Zamora, y justo antes de partir rumbo a mi pueblito Zacapu, siempre había una cubetita de plástico con estas empanadas esperando por mí. Era una parada obligada, una pequeña pausa llena de sabor y cariño, que hacía que cada visita fuera aún más especial. Y no puedo dejar de pensar en las otras maravillas que también disfrutaba en su cocina, esas cosas deliciosas hechas por otra tía, Elia, que también dejaron una huella imborrable en mi corazón. Esos recuerdos, esas tradiciones y el sabor de su amor en cada platillo, siempre serán un tesoro que llevo conmigo.
Ingredientes
1 kilo de harina
( integral o de la que gustes)
1/2 kilo de manteca vegetal
1 cerveza de (355 ml)
Para relleno:
Mermelada a tu elección
Un huevo para barnizar
Salen 50 empanaditas por kilo
Procedimiento
Acremamos la manteca y vamos agregando la harina. Amasamos, ya que pusimos toda la harina, agregamos la cerveza y terminamos de amasar, quedando una masa tersa.
Tomamos un tanto de masa y la extendemos hasta que quede un poco delgada, con un cortador circular vamos a formar las empanadas, en el centro ponemos la mermelada , doblamos y con un tenedor cerramos las orillas.
Las colocamos en charolas y las llevamos al horno previamente precalentado a una temperatura de 180 grados centígrados por 15 minutos, revisar que estén doraditas de abajo.
Sacamos, dejamos enfriar y listo.
Disfruta con tus seres queridos, que serán esas anécdotas las que te hagan saborear los recuerdos de la vida
