La ferocidad que caracteriza a los leones se reduce cuando inhalan oxitocina, una hormona que logra que estos animales estén dispuestos a ser más tolerantes con sus congéneres, excepto cuando llega la hora de la comida.
Los leones son altamente territoriales y no les gusta hacer nuevos amigos, pero con la reducción paulatina de sus hábitats muchos tienen que vivir en reservas o en cautividad, lo que les obliga a compartir espacio con otros leones.