El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, enfrenta un cierre de año en el que se juega mucho de su futuro personal y el de su partido el Revolucionario Institucional.
Mientras algunos aprecian a un PRI extraviado, parece que “Alito” como le llaman, tiene un as bajo la manga.
De ya y en los próximos meses, vivirá a tambor batiente. El próximo 11 de diciembre los priistas celebrarán su asamblea nacional, en la que nombrarán a 3 mil 274 nuevos delegados y será la oportunidad de Moreno Cárdenas para renovar y actualizar al PRI de cara a las seis elecciones estatales que se realizarán en el 2022.
Alejandro Moreno trabaja con las 32 entidades para motivar a su militancia a realizar un trabajo a conciencia en sus asambleas estatales, buscando fortalecer a su partido desde lo local.
A esto hay que sumar que Moreno Cárdenas está en el debate nacional de la Reforma Energética, desenmascarando los “otros datos” que presenta el Gobierno Federal.
El líder priista insiste en un análisis profundo de la reforma eléctrica, sin prisas ni improvisaciones, con lo cual está logrando que el PRI tenga un papel protagónico en lo que será el futuro de la distribución y administración de la energía eléctrica en el país. Una apuesta de los diputados tricolores y el partido en la que pueden salir fortalecidos ante la opinión pública.