La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus nuevas recomendaciones sobre calidad de aire, más estrictas que las que manejaba desde 2005, con el fin de intentar frenar los siete millones de muertes anuales que causa la contaminación en todo el mundo.
La nueva guía establece las cantidades máximas recomendables de los contaminantes en el aire más nocivos (partículas en suspensión, ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono) y en casi todos los casos la OMS ha decidido bajar los niveles considerados como más seguros.