Por: Mario F Retana
El mercado de oficinas en CDMX es el más grande de Latinoamérica. El primer trimestre del año contaba con 79 mil metros cuadrados; creció 35 por ciento comparado con el primer trimestre del año pasado donde la demanda fue de 51 mil 700 metros cuadrados.
Al inicio del año se esperaba una recuperación en el segundo semestre del 2020, a reserva de la disponibilidad de una vacuna y se brindara expectativas positivas en lo sanitario, pero la pandemia generó cambios, tanto en la estrategia de operación, como en los espacios de trabajo de las organizaciones de todo tipo y tamaño, en los constructores, como arrendatarios de espacios de oficinas, y por supuesto, los demandantes de esta oferta.
La industria no había visto una absorción de oferta más lenta desde 2009. Este año sufrió una caída de 16,61 debido a la crisis financiera de los bonos basura en Estados Unidos. Este 2020 la caída en la absorción de la oferta llega a -36,07.
Datos del INEGI determinan que en agosto de 2020 el Sector de Servicios Inmobiliarios para el mes de agosto tuvo un crecimiento de 10.3 por ciento con respecto a su mes anterior que fue de 3.5 por ciento. Pero lamentablemente en abril — mes en que la pandemia tuvo un impacto severo — contabilizaba -29.40 por ciento en negativo.
Tanto arrendadores como precio-aceptantes sufrieron los estragos de la contracción económica del sector de servicios inmobiliarios.
A nadie le parece ajena la imagen de las calles de su ciudad con múltiples anuncios donde los oferentes buscaban inquilinos a precios bajos. Uno tras otro. Uno tras otro. Aún no sabemos qué va a ocurrir, pero los medios ya empiezan a hablar de las fechas de la distribución de la vacuna ¿qué pasará? ¿Regresaremos a nuestros centros de trabajo? ¿El teletrabajo quedará en el olvido? o ¿Habrá un antes y después de la pandemia en el mercado de oficinas en la CDMX? ¿Qué papel jugará la tecnología para saber si algún esquema híbrido y más flexible se está gestando?
“Sí pero no toda la semana”
Los malos momentos que vive el sector terminarán. Eso es seguro. Y para cuando la dinámica de mercado vuelva a la normalidad, las empresas tendrán enormes incentivos para ahorrarse el centro de costos de una oficina. Pero ¿Será una posibilidad sostenida?
En México hay una población grande de colaboradores que no cuentan con la estructura para hacer home office, de hecho sólo el 15% — 20% de población laboral tiene condiciones, el resto tendrá problemas si se ve el teletrabajo como tendencia.
Un estudio de Jones Lang LaSalle señaló que los empleados administrativos que ya se han acostumbrado a las ventajas del home office espera que este se sostenga incluso antes que termine la pandemia, pero la mayoría de ellos no está lista para dejar la oficina plenamente. La mayoría de ellos quiere seguir trabajando desde caso al menor dos días. Las reformas de ley también han hecho modificaciones para contemplar al teletrabajo como posibilidad a futuro.
Trendsetters
Al menos dos plataformas han hecho ruido con sus ideas: Around y Spacemates. Son plataformas que buscan anticiparse al cambio de la cultura organizacional de las empresas y ya plantean la necesaria flexibilidad que los actores del sector inmobiliario deberán visualizar si buscan captar el interés de millones de empresas que optarán por un esquema híbrido o de máxima maleabilidad al conectar con la nueva normalidad de la oficina en las ciudades.
Tal parece que la tendencia será parecida a lo que oímos muchas veces sobre la productividad desde casa. Pero no debemos dejar fuera de la fórmula la variable social de las oficinas. La productividad no ha olvidado la necesidad de ver la oficina como una extensión de la convivencia, el organigrama y las pequeñas sociedades que hacen en este espacio.
Video conferencias
Lo que antes era complejo, hoy ya es parte fundamental del trabajo administrativo y en muchos casos, trabajo operativo completo. Ya a nadie le toma digerir la relación con la tecnología e incluso del protocolo de zoom.
Las personas hemos aprendido a aceptar los ruidos incidentales y cualquier cantidad de “dinámicas” nacida del periodo de pandemia. Pero, lo que es digno de reconocer, es la frontera que las personas han vencido al entrar en contacto con su bloqueo mental “La tecnología a mí no se me da”, “la tecnología y yo nos repelemos” ¡Bien!
Para entender cualquier cambio — suceda o no — debemos poner atención en la dinámica que se genere en la Ciudad de México con relación a las oficinas ya que es el mercado de oficinas más grande de Latinoamérica. Las personas quieren tener lo mejor de los dos mundos, no pasar cinco días fuera de la casa, pero no quedarse sin la dinámica social. Una semana laboral podría partirse en tres días de trabajo y dos, de teletrabajo. De la legislación será eficaz poco a poco, pues habrá puntos a favor y en contra que hoy no entendemos y se deberá generar una nueva cultura donde la ley estará aprendiendo permanentemente. Los avatares digitales que fueron tan cool en el pasado, nos dejarán entender que somos seres físicos que requerimos espacios para mover nuestros cuerpos y sentirnos plenos. El teletrabajo no era tan positivo como pensábamos. La nueva oficina que está diseñando el teletrabajo sigue siendo todo lo que odiábamos. – Y todo lo que siempre amamos -.
Pero ¿tú qué piensas?
