Un trabajo de hormiga, pero muy valioso, es el que han realizado durante años organizaciones feministas locales en varios estados de México hasta conseguir incluir en la agenda política el debate de la despenalización del aborto y que su acceso sea igualitario en todo el país.
El papel de estas organizaciones ha sido fundamental para impulsar la movilización social y garantizar los cambios culturales que se han ido cristalizando en los últimos años.