El sector del calzado en México expresó su satisfacción tras la decisión de la Secretaría de Economía de establecer cuotas compensatorias a las importaciones de calzado proveniente de China, en un esfuerzo por frenar prácticas de dumping que afectaron a la industria durante años. La medida, que entró en vigor el 3 de septiembre de 2025, fija un precio de referencia de 22,058 dólares por par y establece cuotas que oscilan entre 0.54 y 22.5 dólares por unidad, dependiendo del valor de importación.
El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), Juan Carlos Cashat Usabiaga, calificó la resolución como un logro histórico para la industria mexicana, asegurando que más de 500 exportadores se verán beneficiados y que se fortalecerá la competencia en igualdad de condiciones. “Este paso garantiza la protección de miles de empleos y el bienestar de muchas familias mexicanas”, afirmó.
La decisión fue respaldada por líderes del sector y autoridades, quienes destacaron que la evidencia recopilada durante la investigación mostró similitudes entre el calzado chino y el mexicano, además de una caída en la producción, ventas y participación de mercado en México. La medida busca recuperar los más de 22 mil empleos perdidos desde 2018 debido a la competencia desleal, según datos de la Secretaría de Economía.
En León, principal centro de producción de calzado en el país, la noticia fue recibida con entusiasmo. La secretaria para la reactivación económica del municipio, María Fernanda Rodríguez, resaltó que la protección de la industria local equivale a salvaguardar más de 100 mil empleos. La alcaldesa Alejandra Gutiérrez afirmó que la medida permitirá a los empresarios locales seguir creciendo y vendiendo tanto en el mercado nacional como internacional en condiciones más justas.
Autoridades y empresarios coincidieron en que, además de la vigilancia en aduanas, será fundamental impulsar campañas para promover el consumo de calzado mexicano. “Hoy ganamos una batalla, pero debemos seguir trabajando unidos, con legalidad, innovación y visión de futuro para que la industria del calzado siga siendo un motor de prosperidad en México”, concluyó Cashat Usabiaga.
Con esta decisión, México da un paso importante para fortalecer su industria del calzado, proteger empleos y promover una competencia más equitativa en el mercado nacional e internacional.