Por: Verónica Juárez Piña
El Presidente López Obrador, ignorando nuevamente las recomendaciones de organismos internacionales, pretende que la Guardia Nacional (GN) se encuentre bajo el mando militar, lo cual favorecerá violaciones a los derechos humanos, como ha quedado demostrado.
En una reunión que sostuvo con empresarios, el titular del Ejecutivo Federal anunció que enviará tres iniciativas de reforma constitucional, entre ellas una para que la Guardia Nacional salga de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En la actualidad, las disposiciones constitucionales señalan que la GN es una institución civil y el Presidente pretende adscribirla a la Secretaría de la Defensa Nacional, eliminando toda posibilidad de que este órgano policial se conforme de manera profesional, para responder a las necesidades de seguridad pública del país.
En ningún régimen anterior se había dado tanto protagonismo a las Fuerzas Armadas, en detrimento de las instituciones civiles de nuestro país.
López Obrador pretende ignorar que para reformar la Constitución y aprobar ésta y otras iniciativas se requiere la mayoría calificada en la Cámara de Diputados que Morena y sus aliados perdieron, en el pasado proceso electoral, para la siguiente Legislatura.
Desde ahora, le decimos al Presidente, que la Alianza Va por México no votará a favor de constitucionalizar la militarización del territorio nacional.
Desde el GPPRD rechazamos rotundamente esta pretensión y reiteramos nuestra convicción de que la seguridad pública se recuperará en la medida en que las instituciones policiales y ministeriales de las entidades federativas sean profesionalizadas, capacitadas y equipadas adecuadamente.
Los desafíos que la delincuencia organizada impone a nuestro país son de tal envergadura, como lo vivimos en las pasadas elecciones, que únicamente unidos, en un ámbito de colaboración, los tres órdenes de gobierno podrán hacerle frente y generar los mecanismos para que todas y todos los ciudadanos puedan vivir en paz.
Las y los millones de mexicanos que votaron el 6 de junio fueron muy claros. Emitieron un mandato para que haya pluralidad en la Cámara de Diputados de tal manera que ninguna fuerza política, por sí sola, pueda reformar la Constitución para atender ocurrencias y en beneficio de intereses políticos personales o de grupo como ha sucedido en esta administración.
