Con el estreno de la serie Sin querer queriendo en Max, el público ha revivido el drama detrás del divorcio entre Chespirito y su primera esposa, Graciela Fernández.
La ficción retrata con crudeza el quiebre emocional de su matrimonio, y ha despertado una ola de curiosidad por lo que realmente sucedió entre el icónico comediante, la madre de sus seis hijos y su posterior relación con Florinda Meza.
En su autobiografía, Sin querer queriendo, Chespirito reconoció que la relación con Graciela se deterioró por múltiples factores, incluyendo su propia infidelidad.
“Mi relación con Graciela se había ido deteriorando paulatinamente”, escribió. Aunque compartió que ambos cometieron errores, asumió la mayor parte de la culpa: “Lo más probable es que a mí me correspondía el porcentaje mayor de dicha culpa.”
También confesó que la distancia, las giras, las fanáticas y el desgaste emocional terminaron por hacer inevitable la separación.
“La solución de ruptura era la más razonable”, concluyó, reconociendo que dejó a Graciela todos los bienes materiales compartidos.
Además, en medio del debate, se revivieron algunas declaraciones del propio hijo de ambos, Roberto Gómez Fernández, quien compartió cómo esta situación impactó directamente en su madre.
En abril de 2024, durante una entrevista con Mara Patricia Castañeda, Roberto fue contundente al hablar del impacto que la separación tuvo en su madre:
“El divorcio viene a finales de los 70, 79, mucho dolor. Yo tenía 14, 15 años. Sí dolió, hubo algunos regresos de mi padre a la casa, pero que duraron poco y se volvía a ir. Creo que hubo intentos de regresar, pero no. Cada quien tomó su camino, al final seguían unidos, había mucho amor de promedio.”
Sobre cómo se sintió Graciela al ver a Chespirito con Florinda Meza, su hijo fue claro:
“A mi madre le costó mucho trabajo recuperarse aunque podemos decir que entendió por qué“, dijo.
Al ser cuestionado sobre cómo reaccionó su madre al enterarse que Bolaños estaba saliendo con Florinda, él detalló: “(A Graciela le cayó) muy mal (la noticia) hubiera sido como hubiera sido, por obvias razones”.
