La pérdida de empleos y de horas de trabajo en muchas familias durante el primer año de pandemia y el cierre de las escuelas han contribuido a la extensión del trabajo infantil, que atrapa a 160 millones de niños en el mundo, especialmente en América Latina y El Caribe, según la ONU, una cifra que aleja el objetivo de erradicarlo en 2025.
En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, las entidades sociales plantean la necesidad y urgencia de actuar para poner en marcha medidas que corrijan las debilidades identificadas en la protección de los niños y superen el estancamiento que por primera vez en 20 años se ha producido en esta meta que debía conseguirse en cuatro años.