Una jueza federal estadounidense rechazó hoy dar mayor libertad de movilidad al exjefe de campaña del presidente Donald Trump, Paul Manafort, y ordenó mantenerlo en arresto domiciliario como medida de precaución, ante el riesgo de fuga que según las autoridades existe en su caso.
La jueza Amy Jackson reiteró también la orden para que los movimientos de Manafort y de su socio Rick Gates, dentro de sus respectivas residencias, sean seguidos mediante un sistema de posicionamiento global satelital GPS.
La semana pasada, los dos hombres fueron sometidos a proceso por un gran jurado federal, con 12 acusaciones en su contra que incluyen lavado de dinero, conspiración y operar como agentes de un ente extranjero sin el debido registro.
Manafort y Gates comparecieron este día ante Jackson para solicitar mayor libertad de movimiento, a fin de poder viajar por el país y continuar el trabajo de su firma de relaciones públicas.
Los abogados de Manafort presentaron el sábado una propuesta para que el gobierno acepta varias de sus propiedades como garantías colaterales para cubrir la fianza de 10 millones de dólares que le fue impuesta.
La jueza indicó durante la audiencia de esta mañana que no tomará una decisión hasta que tenga mayor información sobre la situación financiera de ambos acusados, por lo que reafirmó su sentencia de arresto domiciliario.
Jackson dejó abierta la posibilidad de que acceda de manera limitada a la petición de la defensa, pero sólo una vez que cuente con la información requerida, como también lo ha demandado la fiscalía federal.
La jueza estableció este diciembre 11 como fecha de la próxima audiencia, y tentativamente determinó que el juicio contra ambos acusados dé inicio el 7 de mayo de 2018.
