Jalisco refrenda su papel como un estado atractivo para invertir y generar empleo, al mostrar un desempeño positivo en dos frentes clave: la captación de inversión extranjera directa y la creación de empleos formales.
Creación de empleo por encima de la media nacional
Mientras que a nivel nacional en agosto de 2025 se registró una disminución de más de 1.1 millones de empleos formales, Jalisco destacó con la generación de 8,090 nuevos puestos de trabajo en el mismo mes, alcanzando un total de 2 millones 47 mil 458 empleos formales. Este resultado colocó al estado en el segundo lugar nacional en creación de empleo mensual, solo detrás de Sinaloa.
En el acumulado de enero a agosto de 2025, Jalisco ha sumado 21,377 empleos formales, lo que lo ubica como el cuarto estado del país en generación de empleo en lo que va del año, por debajo del Estado de México, Ciudad de México y Nuevo León.
Inversión extranjera en ascenso
En paralelo, Jalisco consolidó su atractivo para la inversión internacional. Durante el primer semestre de 2025, la entidad captó 933 millones de dólares en inversión extranjera directa, un incremento del 4.5% respecto al mismo periodo de 2024.
Con ello, se ubicó en el séptimo lugar nacional en recepción de capital extranjero.
El crecimiento más notable se dio en el rubro de nuevas inversiones, donde Jalisco registró 204.6 millones de dólares, un aumento del 435% frente al año anterior, lo que le permitió alcanzar el quinto lugar nacional en esta categoría.
La inversión estuvo liderada por Estados Unidos, que aportó el 74% del total, seguido por Alemania y Países Bajos. También se incorporaron nuevos socios estratégicos como Nueva Zelanda y Singapur. En cuanto a sectores, la IED se concentró principalmente en las industrias manufactureras (76%), seguidas por la agricultura y los servicios de alojamiento.
Motor de estabilidad económica
El dinamismo en la atracción de capital y la generación de empleos refuerza la posición de Jalisco como un oasis de inversión y empleo en México, en un contexto nacional marcado por ajustes laborales y contrastes regionales.
Estas cifras confirman que el estado no solo ofrece estabilidad y confianza a los inversionistas, sino también oportunidades laborales que fortalecen el desarrollo económico y social de su población.