Por: Salvador Cosío Gaona
Es indudable que son cuantiosos los dividendos que arrojan las operaciones producto de la exportación del aguacate, también conocido ya como el “oro verde”, pero es urgente revisar el precio que estamos pagando los jaliscienses a causa de las crimínales talas clandestinas en nuestras sierras y bosques, los incendios forestales provocados, la pérdida de fauna y ahora también de bienes materiales y vidas. Todo ello, con la complacencia de las propias autoridades que autorizan cambios de suelo de manera indiscriminada, favoreciendo familias de productores aguacateros y llevando dinero sucio a sus bolsillos.
Los productores aguacateros fueron, el pasado 2 de junio, los principales señalados, incluso por los propios habitantes del municipio de San Gabriel, Jalisco, como los responsables de la desgracia ocasionada a su pueblo que fue declarado en emergencia para implementar el Plan DN III E, después del desbordamiento del Río Apango que invadió de lodo y troncos las calles provocando graves daños y pérdidas físicas y materiales.
Jalisco es el segundo productor aguacatero a nivel nacional, de hecho, la reciente fama que goza San Gabriel a nivel nacional e internacional se relaciona con su exponencial crecimiento en la producción y exportación del oro verde.
La Asociación de Productores Exportadores de Aguacate de Jalisco (Apeajal), asegura que en la entidad ha crecido un 10% la cantidad de hectáreas dedicadas a la producción de aguacate en comparación con 2018, debido a la reconversión de cultivos.
“La industria en Jalisco ha crecido por reconversión de cultivos donde antes había caña, maíz, ganado o tierras ociosas y ahora hay aguacate, pero somos conscientes de que hay algunos productores que, por diversas circunstancias, seguramente han deforestado y esas prácticas nosotros las reprobamos y tenemos que actuar junto con la autoridad para ver cómo evitarlo”, dijo Ignacio Gómez Arregui, director de la Apeajal.
Conforme a las cifras que maneja la Apeajal, nuestra entidad cuenta con cerca de 27 hectáreas de aguacate y en 2018 se produjeron alrededor de 140 mil toneladas, 95 mil de ellas para exportar principalmente a Canadá, Japón y algunos otros países de Centro y Sudamérica.
Muchas familias de la sociedad jalisciense, presuntamente relacionadas con políticos, se han llenado los bolsillos y están haciendo fortunas aprovechando el desproporcionado crecimiento de la producción aguacatera, sin detenerse en su ambición, a pesar de los daños que están ocasionando y de los que ya daba cuenta en este mismo espacio.
Después de la tragedia en San Gabriel, el regidor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Moisés Nava, aseveró que entre la población se especula que los incendios registrados en la región durante las últimas semanas fueron provocados precisamente para cambiar el uso de suelo y permitir más cultivos de aguacate.
Dijo que días atrás hubo muchas quemazones por esa zona, quemazones ocurridas en el cauce del río, los cerros quedaron pelones y toda el agua que cayó, se juntó en el cauce, y fue la que bajó con troncos, con lodo y con material quemado.
De hecho, habrá que mencionar que en muchas notas informativas se atribuyó el desbordamiento del Río a la lluvia, sin embargo, por esos días no había llovido en San Gabriel, de ahí que con mayor fuerza se insista en adjudicar la responsabilidad a la siembra indiscriminada por parte de aguacateros, que en su interés por seguir produciendo no les importa arrasar con todo lo que les signifique un obstáculo para conseguir su objetivo.
Ante esta preocupante situación, el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco, Alberto Esquer Gutiérrez, anunció que ya trabajan en la creación de un padrón de aguateros en el estado, que identifique quiénes son los dueños y en qué puntos de Jalisco tienen huertas.
Este padrón estará listo a la brevedad y con base en esa información, la Sader interpondría denuncias en contra de los aguacateros que violen la ley:
Advirtió que a todas las huertas de aguacate que no tengan uso agrícola y que no tengan su autorización de uso de suelo, se les estará interponiendo una denuncia ante las autoridades correspondientes.
El padrón se hará con datos de la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate (Apeajal) y el Instituto Estatal de Información Territorial.
Las denuncias también se interpondrán en contra de todo propietario de huertas ubicadas en zonas que anteriormente eran bosque.
Con este padrón de aguacateros el Gobierno del Estado pretende regular la actividad y evitar desastres como el de San Gabriel.
Los productores de aguacate en México generan uno de los principales productos de exportación en el país, un fruto importantísimo para el mercado internacional en el que el país compite. De acuerdo a un reporte de El Financiero, las exportaciones agroalimentarias ascendieron a 29 mil millones de dólares, de las cuales el 34.4 por ciento se concentró en productos como la cerveza, el jitomate, el aguacate, el ganado bovino, carne de res y tequila. La importancia del aguacate para el país se deja ver con creces.
De cada 10 aguacates comercializados a nivel mundial, tres son vendidos por productores de aguacate mexicanos.
El principal consumidor de aguacate mexicano son los Estados Unidos, aún cuando se trata de un país productor de aguacate (Se explica en parte por la demanda de la creciente comunidad latina en el país). Japón es el segundo consumidor más grande.
A nivel nacional Michoacán es el Estado líder en la producción de aguacate y Jalisco ocupa el segundo sitio.
@salvadorcosio1
