Las fuerzas iraquíes retomaron hoy la ciudad de Sinyar, ocupada por las tropas kurdas desde que expulsaron al Estado Islámico (EI) en noviembre de 2015, así como dos cruciales campos petroleros de Kirkuk, por lo que todos los yacimientos ya están bajo control del gobierno iraquí.
Las tropas del Ejército iraquí y un grupo yazidí afiliado a las milicias progubernamentales Multitud Popular, tomaron el control de Sinyar, en el norte del país, tras el repliegue “sin violencia” de las tropas kurdas, informaron fuentes castrenses.
Esta madrugada, las unidades militares de ambas partes, que están bajo las órdenes del primer ministro iraquí y jefe de las Fuerzas Armadas, Haidar al-Abadi, se desplegaron en la comarca de Sinyar, patria ancestral de la minoría yazidí.
Dichas tropas han irrumpido también en varios municipios de la comarca, después de que las tropas kurdas conocidas como peshmerga y la policía kurda se retiraron de sus posiciones.
Sinyar estaba tomada por los peshmerga y milicias afiliadas a la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) desde que en noviembre de 2015 consiguieron expulsar a los yihadistas del EI tras una ofensiva militar.
Además de Sinyar, las fuerzas iraquíes recuperaron este martes dos importantes campos petroleros de Kirkuk -Bay Hassan y Havana-, tras la retirada de las fuerzas kurda, según el sitio informativo Iraqi News.
Las tropas iraquíes retiraron las banderas kurdas, ubicadas en edificios y en los puestos de seguridad de los campos de Bay Hassan y Havana, para colocar las banderas iraquíes.
El coronel Ahmed Modhi, miembro de la Policía federal, consideró “lógico” recuperar el control de los campos petroleros ya que dijo “es una riqueza nacional, que pertenece a Irak, igual que las riquezas naturales del conjunto de las regiones del país”.
El portavoz del Ministerio de Petróleo de Irak, Asem Yihad, aseguró que todos los yacimientos petrolíferos de la provincia de Kirkuk están bajo administración del gobierno central.
La víspera, las fuerzas iraquíes recuperaron el gobierno provincial de Kirkuk, en el noreste del país, poco después de ocupar instalaciones claves que estaban en manos de los kurdos, como una base aérea, yacimientos petroleros y la central eléctrica.
El primer ministro iraquí ordenó en la noche del domingo al lunes lanzar una operación militar para proteger la integridad del país y recuperar Kirkuk, provincia petrolífera controlada desde 2014 por los peshmerga kurdos.
El conflicto entre Bagdad y Erbil se agravó tras el referéndum independentista en la región del Kurdistán iraquí, en el que un 93 por ciento de los electores avalaron la proclamación de independencia.
