Científicos de diversos países aplican una técnica de secuenciación masiva de ADN para trazar rutas migratorias de los insectos y demuestra, por primera vez, que sus migraciones hacen posible la polinización transcontinental que permite la mezcla de variedades de plantas distantes geográficamente.
En la investigación participan investigadores del Instituto de Biología Evolutiva, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Academia Polaca de Ciencias.
La migración de los insectos es un fenómeno natural tan importante como desconocido, y, de hecho, sólo se ha estudiado con profundidad en algunas especies emblemáticas, como la langosta migradora y la mariposa monarca.
La razón de ello son las limitaciones técnicas para estudiarla, pero con el nuevo método pueden identificar las especies de plantas al que pertenece el polen, de forma análoga a un código de barras.
“Identificando en qué regiones se encuentran aquellas plantas, puede deducirse la ruta migratoria de los insectos”, destacaron los expertos.
Los investigadores aplicaron la técnica denominada metabarcoding, en una muestra de polen de 47 ejemplares de mariposa Vanessa cardui, que habían sido capturados en la costa mediterránea española durante la primavera.
El objetivo era comprobar si las secuencias obtenidas eran de especies de plantas endémicas de África, para tener información sobre los circuitos migratorios de las mariposas.
El análisis reveló que había polen de 157 especies de plantas de 23 órdenes diferentes; la gran mayoría eran, efectivamente, africanas y no se encuentran en Europa.
Dicha especie de mariposa realiza las migraciones más largas del mundo; recientemente se ha demostrado que migra cada año entre África y Europa, cruzando el desierto del Sahara, de ida y de vuelta en sucesivas generaciones, aunque las rutas exactas que sigue son desconocidas.
En un comunicado, la UAB precisó que el estudio aporta también un descubrimiento importante desde el punto de vista de las plantas, porque demuestra, por primera vez, que la polinización transcontinental por insectos migrantes es posible.
El polen transportado en el cuerpo de los insectos ya había sido utilizado como marcador en diversas investigaciones, en las que se identificaba los granos de polen a través de microscopios ópticos y electrónicos.
Sin embargo, clasificar taxonómicamente los granos de polen había sido imposible a niveles de especie y género.
Así, la secuenciación masiva de ADN metabarcoding supera algunas de las limitaciones de los anteriores métodos y abre numerosas posibilidades en este campo de investigación.
