El norte de Pakistán enfrenta una serie de inundaciones y deslizamientos de tierra que han causado la muerte de al menos tres turistas y han dejado a 15 personas desaparecidas, según informaron autoridades locales este martes. Las lluvias extraordinarias, que han azotado la región desde finales de junio, han generado complicaciones en las vías de acceso y han puesto en alerta a las autoridades de gestión de desastres.
Desde el 26 de junio, las lluvias monzónicas por encima de lo normal han provocado la pérdida de vidas en todo el país, con un saldo de al menos 225 fallecidos y más de 500 heridos, de acuerdo con reportes de funcionarios de rescate paquistaníes. Expertos atribuyen el aumento en la intensidad y frecuencia de estos eventos climáticos extremos al cambio climático, que ha incrementado la vulnerabilidad de la región ante fenómenos meteorológicos severos.
El incidente más reciente ocurrió en el distrito de Chilas, en Gilgit-Baltistán, donde un fuerte chubasco generó inundaciones y deslizamientos de tierra que bloquearon una carretera principal, dejando varados a más de 200 turistas locales. La situación obligó a la movilización de helicópteros del Ejército para realizar operaciones de evacuación, incluyendo la atención a mujeres y niños. Hasta el momento, las tareas de rescate han logrado recuperar tres cuerpos, y las autoridades continúan buscando a los desaparecidos entre los escombros.
Las autoridades de gestión de desastres emitieron alertas preventivas recientes, recomendando evitar viajes hacia las zonas afectadas debido a la posibilidad de nuevos deslizamientos y bloqueos en las carreteras. La región del norte del país continúa en situación de alerta, ante la posibilidad de que eventos meteorológicos extremos similares a los de 2022 puedan repetirse, cuando las inundaciones sumergieron aproximadamente un tercio del territorio y provocaron la muerte de 1.737 personas.
La situación en Pakistán refleja la creciente vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos intensificados por el cambio climático, que exige una atención urgente por parte de las autoridades nacionales e internacionales para mitigar riesgos y proteger a las comunidades afectadas.