Por: Salvador Cosío Gaona
Todo parece indicar que, el gobernador de Nuevo León, el polémico Jaime Rodriguez Calderón “El Bronco”, tiene las horas contadas para continuar al frente del Ejecutivo de aquella entidad. El gobernador está acusado de usar recursos públicos para el financiamiento de su campaña electoral como candidato independiente y según se comenta en las esferas cercanas a quienes tienen en sus manos el poder para determinar el futuro del ex candidato presidencial, su destitución se ve como algo inminente, pues todas las alianzas y soportes que habría conseguido en los últimos años y fueron su impulso para la candidatura le han volteado la espalda y hoy por hoy está solo y sin mayores apoyos que puedan modificar la postura de quienes determinarán la sanción correspondiente.
La votación de la Comisión Anticorrupción del Congreso del Estado que estaba prevista para el lunes 16 del presente se volvió a posponer, pero de acuerdo a un mandato del Tribunal Electoral Federal, la fecha límite para que se dé la votación de la sanción es el viernes 20 de diciembre.
Medios locales señalaron que durante más de una hora los diputados discutieron el dictamen para sancionar al Gobernador y al Secretario de Gobierno, Manuel González, sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo para poner a votación el documento de la sanción. Trascendió que los legisladores del grupo legislativo del PAN y Morena se mostraron en contra de una votación al tener todavía vigente el recurso legal interpuesto por el gobernador.
Habrá que recordar que el pasado 3 de diciembre la Auditoría Superior de Nuevo León acusó uso político electoral de Programa Aliados Contigo y presentó una denuncia penal por el caso de las llamadas ‘Bronco-firmas. Concluyó que ‘el Bronco’, realizó actividades político-electorales en 2018, apoyado por empleados de su gobierno que trabajaron recabando firmas para la candidatura de su gobernador.
La revisión del órgano fiscalizador encontró que el programa se usó en tiempos electorales para favorecer en la recaudación de firmas en apoyo de candidaturas independientes.
«En donde nos dimos cuenta de que durante el periodo electoral se estuvieron recolectando firmas» por parte de trabajadores del programa.
El titular de la Auditoría indicó que durante el periodo que marca el Tribunal Electoral federal los empleados estuvieron recolectando firmas.
“Nos llamó mucho la atención que exactamente en los meses en que se recolectan firmas no hubo trabajo relativo a ese programa», dijo.
Aunque su periodo de gobierno concluye oficialmente en 2021, existe un mandato del Tribunal Electoral federal para que, a más tardar, el 20 de diciembre próximo, la legislatura local lo sancione.
De acuerdo a una publicación de Alfredo González, colaborador de El Heraldo, “son tres formas en las que pueden “castigarlo”, no sólo por desviar recursos públicos, sino por usar a funcionarios de su gobierno para el mismo propósito: amonestación, destitución o inhabilitación.
Muchos podrían pensar que con una amonestación pública sería suficiente para dar un escarmiento al más “bronco” de los gobernadores.
Pero todo indica que no será así. Más allá de los trámites jurídico-legales, don Jaime ha sembrado tanta animadversión, que muchos aprovecharán para cobrarle facturas pendientes.
Políticos locales y de la CDMX que trabajaron con él, me dicen que nunca lo vieron tan solo como ahora.
Todas las alianzas que construyó como candidato, y en su arranque de gobierno, las echó por la borda en menos de tres años”.
Por si fuera poco, “sus índices de aprobación están por los suelos. A los nuevoleonenses no les gustó que se embarcara en la aventura de buscar la Presidencia; y de su gabinete ni qué decir.
Quienes conocen las entrañas de su gobierno, cuentan que El Bronco no tiene colaboradores, sino puros cuates que trata con la punta del pie, y nadie toma decisiones. Se la pasan en la fiesta.
De eso ya se dio cuenta la gente que votó por él y los hombres de negocios que lo impulsaron. Por eso ya no lo quieren como gobernador.
Además, el Bronco no tiene ni por mucho una buena relación con la presidencia de la República, es decir que, también por ese lado estaría abandonado a su suerte, pues no le interesó limar asperezas o acercar a su gobierno con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en quien podría haber encontrado una mano en esta crisis que se le presenta pero en su momento no lo procuró.
El viernes 20 de diciembre se conocerá la suerte del todavía gobernador, y mientras tanto, se dice que los diputados se frotan las manos para cobrarle viejas cuentas. Si bien, el abanico de posibilidades establece las tres formas de castigo que ya mencionaba: amonestación, destitución o inhabilitación, todo apunta a que la mala relación que ha sembrado no le permitirá librar la destitución.
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