El nuevo acuerdo comercial de Norteamérica da certeza a México para atraer nuevas inversiones extranjeras en el sector automotriz, a pesar de la regla origen “tan dura” que se estableció durante la renegociación entre los tres países, coincidieron especialistas de la consultora EY.
“Este nuevo tratado, el USMCA, lo que nos da es certeza de que México sigue siendo un país bastante viable para las inversiones” y, sobre todo, para las empresas que planean instalarse y traer una línea de producción, comentó Teresa González, socia de Global Trade de la firma.
Señaló que lo anterior implicará regresar a trabajar con el “espíritu más puro” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) original, vigente desde 1994, para utilizar más materiales de fabricación de la región de Norteamérica.
Jorge Nacif, socio de Global Trade, recordó que México y Estados Unidos firmaron una carta paralela para proteger hasta 2.6 millones de automóviles y 108 millones de dólares en autopartes, en caso de que el presidente Donald Trump imponga aranceles superiores a través de la Sección 232.
De igual forma, aclaró en conferencia de prensa que es poco probable que la industria mexicana alcance 75 por ciento de la regla de origen acordada en el nuevo acuerdo comercial, por tanto, tendrá una tasa de 2.5 por ciento para las exportaciones hacia el vecino país del norte.
La medida será aplicada mientras se cumpla con la normativa establecida en TLCAN inicial, expuso el experto en comercio exterior, quien anticipó que serán 1.6 millones de autos que no lleguen a cubrir el nuevo contenido regional.
“Eso quiere decir que fue una buena negociación la que hizo el equipo mexicano, encabezado por el secretario (de Economía), Ildefonso Guajardo Villarreal, pues nos da la posibilidad de continuar con este tipo de inversiones en el país”, insistió González.
Ante la pregunta de si México tiene insumos para la demanda de la industria, Nacif respondió que por ahora no en su totalidad, «pero es uno de los retos y beneficios que puede traer esta negociación, porque esto no limita el hecho de traer a la industria y aquí producir”.
“Estamos en la gran oportunidad de reconfigurar esa cadena de suministro, lo que permitirá a México producir más autopartes”, coincidió Teresa González.
“Nos pusieron la barda más alta, ahora hay que hacer lo que se sabe para saberla brincar”, mencionó Nacif, quien añadió que el gobierno mexicano podría atraer y retener a empresas extranjeras con menores costos para la implementación de una planta de producción y beneficios fiscales locales, como ocurre en Aguascalientes y Querétaro.
México cuenta también con el Inmex -Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación- que permite importar insumos de manera temporal para producir artículos, sin impuestos, y después enviarlos hacia el exterior, finalizó.
