Este miércoles, Nuevo León marcó un hito en el sistema penitenciario nacional con la apertura del primer espacio de maternidad en un centro de reinserción social para mujeres. Este innovador proyecto, ubicado en el Centro de Reinserción Social Femenil, tiene como objetivo brindar un entorno adecuado para que los hijos de las reclusas puedan crecer en un ambiente seguro y digno, lejos de las limitaciones que impone la vida carcelaria.
El nuevo espacio, que alberga actualmente a cuatro infantes y cinco mujeres embarazadas, fue presentado por Jesús Héctor Grijalva Tapia, asesor de políticas penitenciarias del Gobierno estatal. Grijalva destacó la importancia de este proyecto como parte de un esfuerzo más amplio para dignificar la vida de las mujeres en reclusión. “Este espacio está destinado a las mamás que tienen sus hijos aquí con ellas, y para las mujeres que están embarazadas. Tiene un ambiente cálido, amable, no hay rejas, los niños no están privados de la libertad”, explicó.
Las instalaciones incluyen áreas recreativas, dormitorios con 14 camas y servicios sanitarios, así como un espacio diseñado para fomentar la interacción entre madres e hijos, contribuyendo al desarrollo humano de los menores. La cofundadora de la organización no gubernamental Reinserta, Saska Niño de Rivera, resaltó que este espacio no solo es innovador, sino que responde a una necesidad urgente. “Nuevo León es el único estado en el país que cuenta con un área exclusiva de maternidad, separada de la población general», enfatizó.
Niño de Rivera también mencionó la relevancia del proyecto en el contexto histórico del sistema penitenciario estatal, recordando los trágicos eventos que ocurrieron en la extinta cárcel Topo Chico, donde la violencia afectó gravemente a la población infantil. “Este espacio nace de una necesidad sumamente urgente y de una herida que aún duele para Nuevo León”, subrayó.
Durante la inauguración, Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León, instó a las internas a reflexionar sobre su papel como madres y la importancia de construir un vínculo significativo con sus hijos, a pesar de las circunstancias.
Este nuevo espacio de maternidad no solo representa un avance en el tratamiento de la población reclusa, sino que también se posiciona como un modelo a seguir en el ámbito penitenciario en México, priorizando el bienestar infantil y la rehabilitación social.
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