Rusia consideró inadmisibles las amenazas lanzadas por Estados Unidos contra el gobierno sirio, al que acusa de estar preparando un nuevo ataque con armas químicas en Siria, pero no descartó que se repitan provocaciones por parte del grupo yihadista Estado Islámico.
Peskov indicó que culpar al presidente sirio, Bashar al Assad, sin llevar a cabo una investigación precisa, “es ilegítimo e injusto”, y aseguró que no conoce las «razones» o las pruebas que motivan las acusaciones de Washington.
En ese sentido, expresó su desacuerdo respecto al uso de la palabra «nuevo» para el supuesto ataque. “Sin duda, rechazamos categóricamente la expresión de ‘un nuevo ataque’ (…) y consideramos imposible responsabilizar a las fuerzas armadas sirias» de la tragedia con armas químicas que tuvo lugar el pasado 4 de abril en la provincia siria de Idlib.
Además mencionó que son posibles nuevas provocaciones con el uso de armas químicas por parte de los yihadistas del Estado Islámico (EI), aunque señaló que no dispone de información precisa al respecto, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
Las autoridades sirias también rechazaron la acusación de Estados Unidos, afirmando que todos sus arsenales químicos fueron retirados del país y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
