Puerto Vallarta, Jalisco – La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) del Gobierno de Jalisco ha iniciado una serie de acciones para concienciar a la población sobre la relación entre los seres humanos y los cocodrilos en la zona costera de la región. Estas acciones incluyen la realización de mesas de trabajo y talleres educativos que buscan fomentar la convivencia armónica y la protección de esta especie emblemática.
El proyecto, liderado por el equipo multidisciplinario del Parque Estatal Estero El Salado, tiene como objetivo principal informar y sensibilizar a la comunidad y visitantes sobre la importancia ecológica de los cocodrilos (Crocodylus acutus), una especie que forma parte integral del ecosistema local. Helios Hernández Hurtado, biólogo responsable del parque, señaló que “siempre es un buen momento para educar a la población y promover una convivencia de respeto con una especie que ha estado en nuestro planeta durante millones de años”.
Las mesas de trabajo, en las que participan autoridades de los tres niveles de gobierno, universidades, asociaciones civiles y miembros de la sociedad civil, buscan además coordinar esfuerzos para reducir las interacciones negativas, especialmente en zonas de playa donde los cocodrilos pueden acercarse a áreas humanas. Hernández Hurtado destacó que muchas de estas incidencias ocurren cuando las personas no respetan los letreros de advertencia, intentan tocar o capturar crías, o se acercan demasiado a los reptiles durante su temporada reproductiva, que va de febrero a julio.
Durante estos meses, se intensificarán campañas informativas en el Parque Estatal Estero El Salado, en colaboración con la Universidad de Guadalajara y las autoridades municipales, con el fin de promover prácticas responsables y prevenir accidentes. El especialista precisó que en la Bahía de Banderas, que abarca áreas de Jalisco y Nayarit, la población de cocodrilos es de aproximadamente 300 ejemplares, de los cuales 45 son adultos, y en el parque se contabilizan unos 60 cocodrilos de diferentes edades.
Hernández Hurtado recordó que la historia de los cocodrilos en la región data de tiempos prehispánicos, y que su población se redujo significativamente en las décadas de los 60 y 70 debido a la explotación y a la falta de regulación. Sin embargo, los esfuerzos de conservación y las investigaciones realizadas por instituciones como el Centro Universitario de la Costa (CuCosta) de la Universidad de Guadalajara han permitido implementar acciones de protección y monitoreo, incluyendo el manejo de especies en el “Reptilario Cipactli”.
Finalmente, el biólogo enfatizó la importancia de entender que estos reptiles han sido parte del ecosistema local mucho antes de la presencia humana, por lo que su conservación y respeto son fundamentales para mantener la biodiversidad de la región.
