La iglesia Católica mexicana señaló este domingo que el desorden social reina en el país, con la creciente violencia y la muerte como principales transgresiones, en un laberinto que pareciera no tener fin.
Además, dijo que esta Semana Santa «ha tenido que celebrarse en medio de una gran contradicción». Por un lado, millones de creyentes que, pese a la pandemia de la covid-19, renovaron su fidelidad a Cristo, mientras que otros continúan sirviendo a la violencia y a la muerte.