En un misterio se convirtió lo qué pasó con un hombre que se identificó como Cristián Roberto Copajita y que en varios videos de la persecución y posterior detención del adolescente que le disparó al precandidato del Centro Democrático, Miguel Uribe, muestran cómo intenta herirlo con un arma blanca y lo golpea brutalmente en la cabeza.
En el informativo de televisión Noticias Uno lograron entrevistarlo luego de que ocurriera el intento de magnicidio y se presentó como uno de los testigos del hecho, por lo que reveló su supuesta identidad.
“Estaba ahí escuchando el discurso que estaba dando el buen hombre Miguel Uribe. Estaba muy cerca del político y el personaje me empujó y siguió corriendo. Todos salimos detrás de él. Por allá botó la pistola y le disparó a una señora que no tenía nada que ver”, dijo en ese medio de comunicación cuando le preguntaron acerca de si vio a la persona que le disparó al congresista.
Incluso le envió a uno de los periodistas de ese medio un video de los golpes que le propinó al menor, pese a que ya estaba esposado y en indefensión.
Sin embargo, cuando lo volvieron a contactar al número celular desde el que envió la grabación, no volvió a contestar el llamado.
Fue una semana después del violento hecho, cuando se conocieron las grabaciones donde el hombre ataca al joven que ahora se encuentra protegido en la sede principal de la Fiscalía General de la Nación.
En ellas se evidencia que el sujeto participa en la persecución del adolescente, y una vez lo someten entre los funcionarios de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y Policías, le patea la cara y trata de sacar un objeto del bolsillo, al parecer un arma blanca, para herirlo.
“Ese pirobo se gana mi puñalada porque se la gana”, amenazaba, pero los escoltas de la UNP no se lo permitieron y de hecho comenzaron a sospechar de sus desmedidas acciones violentas contra el adolescente.
Sin embargo, ante la llegada de más uniformados el tipo se alejó por algunos instantes, pero luego regresó para tratar de propinarle más golpes.
Eso volvió a prender las alarmas entre los funcionarios de protección que comenzaron a cuestionarlo por su actitud de tratar de agredir gravemente al muchacho.
“¿Por qué lo quiere joder si está ahí esposado? ¿Usted tiene que ver algo o qué?”, le decían.
Luego de que le hicieran esas preguntas y ante la presencia de las autoridades, el hombre desapareció misteriosamente, y no volvió a responder los llamados de Noticias Uno.
Precisamente en su comparecencia ante un juez del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (Srpa) el menor aseguró que se dio cuenta de que después del ataque lo querían matar, así como señaló a «el patrón del barrio y el jefe de la olla» como la persona que lo contactó para que cometiera el crimen, por el que le pagarían 20 millones de pesos, una vez lo perpetrara.
El relato de un joven, presunto autor del ataque, ha arrojado luz sobre los pasos que siguió aquel día. Reclutado con instrucciones específicas, fue llevado a la localización a través de un servicio de transporte por aplicación. Allí, recibió una Glock 9 mm y las indicaciones precisas para ejecutar el plan.
El adolescente aseguró haber identificado al objetivo con la asistencia de una transeúnte, tras lo cual disparó múltiples veces antes de huir.
Con información de Infobae.
