Cerca de 10.000 empleados municipales de Filadelfia, encargados de tareas como recolección de basura, respuesta a emergencias y mantenimiento de piscinas, iniciaron una huelga el martes tras fallidas negociaciones para renovar sus contratos laborales. La medida afecta múltiples servicios de la ciudad, que busca garantizar su funcionamiento en medio del paro.
El Consejo de Distrito 33 de la Federación Americana de Empleados Estatales, del Condado y Municipales (AFSCME) anunció la huelga a través de su página de Facebook en la madrugada del martes, exhortando a mantener la calma y la unidad con la consigna “MANTENGAN LAS LÍNEAS”. La decisión llega después de que las partes no lograran acuerdo en las negociaciones, que se prolongaron hasta horas antes del inicio de la huelga.
Por su parte, la alcaldesa Cherelle Parker informó que la ciudad suspendería la recolección de basura residencial, cerraría algunas piscinas y reduciría el horario de los centros recreativos, aunque aseguró que se mantendrían los servicios esenciales. La policía y los bomberos, que no están en huelga, continuarán operando con normalidad.
En una conferencia de prensa, Parker, quien ha manifestado postura favorable a los derechos laborales, afirmó que la administración municipal “ha puesto su mejor oferta sobre la mesa”, pero que el sindicato rechazó la propuesta. La alcaldesa añadió que la ciudad está “comprometida a alcanzar un acuerdo justo y responsable” y que reanudarán las negociaciones cuando el sindicato lo solicite.
Los funcionarios municipales pidieron a los residentes paciencia y evitar colgarse en las líneas de emergencias, asegurando que se habilitarán puntos de entrega para la basura residencial. Además, reiteraron que las festividades del 4 de julio en el lugar de nacimiento de la nación se llevarán a cabo según lo planeado.
La disputa salarial se centró en una propuesta inicial del sindicato que solicitaba aumentos del 8% anual durante un contrato de tres años, además de beneficios por costo de vida y bonificaciones por trabajo durante la pandemia. La administración, en cambio, ofreció un incremento total del 13% en cuatro años y añadió un quinto escalón en la escala salarial para igualar a otros trabajadores sindicalizados.
La situación recuerda una huelga similar en noviembre pasado, cuando las partes acordaron un contrato de un año con aumentos del 5%, evitando así un paro que podría haber afectado el sistema de transporte de la ciudad.
Este conflicto refleja las tensiones en el sector público de Filadelfia, donde los trabajadores exigen reconocimiento y mejoras en sus condiciones laborales, mientras las autoridades municipales buscan equilibrar las finanzas y garantizar la continuidad de los servicios básicos.