¡Mentira! Por más que los mandatarios brasileños se empeñen en fingir que los problemas en su país no afectarán los Juegos Olímpicos poco a poco se van dando muestras de lo contrario. Ayer un hombre fue tacleado y detenido luego de intentar robarse la antorcha olímpica ¡Escuchó usted bien!
Un hombre no identificado se abrió paso entre los guardias de seguridad que acompañaban al portador de la antorcha, en el desfile realizado en el estado de Sao Paulo. Afortunadamente no pasó de un pequeño susto, el hombre fue detenido por las autoridades y el portador de la antorcha continuó con su trayecto.
Río de Janeiro registró 2,083 homicidios en los primeros cinco meses del año. “Bienvenidos al infierno”, se leía en un cartel con el que manifestantes dan la bienvenida a los turistas que arriban al aeropuerto. Económicamente atraviesa su peor recesión en más de 100 años. Mientras en cuestión política la Presidente, Dilma Rousseff, espera (fuera de sus funciones) el desenlace de su juicio político.
Por si fuera poco, en cuestiones de salud, el virus del Zika transmitido por el mismo mosquito que contagia el dengue, también es una cuestión de preocupación. Atletas han anunciado que no acudirán específicamente por miedo a ser contagiados con el virus, como las futbolistas estadounidenses Hope Solo y Alex Morgan. Los golfistas Marc Leishman, cuya esposa estuvo a punto de fallecer a causa del Zika, renunció a la cita olímpica en la que por primera vez el golf estará presente, así como el norirlandés Rory McIlroy y el número uno del mundo Jason Day.
El Comité Olímpico espera que el deporte sea un vía de impulso y paz en Brasil y que la justa sirva para mejorar sus condiciones actuales.
