Un equipo de refugiados competirá por primera vez en la historia de Juegos Olímpicos. Son 10 atletas a quienes se les ha dado la oportunidad de cumplir su sueño e ir por el oro en Río.
El Comité Olímpico Internacional hizo el anuncio este viernes después de reducir la lista de 43 atletas, y también confirmó que 15 funcionarios acompañarán al equipo.
Competirán bajo la bandera olímpica. Seis hombres y cuatro mujeres atletas debutarán en la ceremonia de apertura en el Estadio Maracaná por delante del país anfitrión Brasil.
Rami Anis, un nadador sirio que vive en Bélgica, fue el primer nombre anunciado. Luego vino Yiech Pur Biel, corredor de 800 metros de Sudán del Sur y sus compatriotas James Nyang Chiengijek, un especialista en 400 metros, y Paulo Amotun Lokoro, un corredor de 1.500 metros.
Yomas Kinde de Etiopía competirá en el maratón, mientras que Popole Misenga, de la República Democrática del Congo, tomará parte en la categoría de judo de 90 kilogramos.
Dos de las cuatro mujeres que se incluyen son de Sudán del Sur: Anjelina Nada Lohalith fue seleccionada para competir en los 1.500 metros planos y Rose Nathinke Lokonyen en los 800 metros.
Yolande Bukasa Mabika, que salió de la República Democrática del Congo antes de pedir asilo en Brasil en 2013, participará en la categoría de 70 kilogramos de judo, mientras que Yusra Mardini, de 18 años de edad, que salió de Siria antes de establecerse en Alemania, será la esperanza en la piscina.
«Estos refugiados no tienen hogar, ni equipo, ni bandera, ni himno nacional», dijo el presidente del COI, Thomas Bach.
«Les ofreceremos una casa en la Villa Olímpica, junto con todos los atletas del mundo. El himno olímpico se jugará en su honor y llevarán la bandera olímpica en el estadio».
«Esto va a ser un símbolo de esperanza para todos los refugiados en el mundo, y pretende que el mundo conozca mejor la magnitud de esta crisis», añadió Bach.
«Es por lo tanto una señal a la comunidad internacional de que los refugiados son seres humanos como todos y también ayudan a enriquecer la sociedad».
«Estos atletas refugiados le mostrarán el mundo que a pesar de las tragedias inimaginables que han enfrentado, cualquiera puede contribuir a la sociedad a través de su talento, habilidades y fuerza del espíritu humano».
