Nuevas revelaciones sobre el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, salieron a la luz en la semana, desafiando la versión oficial proporcionada por las autoridades mexicanas.
Según fuentes consultadas por el diario Milenio, el exdiputado electo no murió por los disparos recibidos en una gasolinera, como lo indica la Fiscalía General de Sinaloa, sino que fue previamente torturado y herido de muerte en el rancho Huertos del Pedregal, donde se reunieron los narcotraficantes Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López.
De acuerdo con esta nueva hipótesis del asesinato, Cuén Ojeda fue sometido por sicarios al servicio de Joaquín Guzmán López, y es que según lo narrado por El Mayo Zambada en una carta, mientras caminaba hacia la zona en donde se reunirían junto a Iván Archivado Guzmán Salazar y el gobernador Rubén Rocha Moya, vio a Héctor Cuén y a uno de sus ayudantes: “Les saludé brevemente antes de entrar en una sala en la que había una mesa llena de fruta”, contó.
Los hechos se tornaron más violentos cuando los sicarios de Joaquín Guzmán López torturaron a Cuén Ojeda, y tras negarse a ponerse de rodillas, le dispararon en las piernas y luego lo abandonaron.
La versión sugiere que Cuén Ojeda fue rescatado por Fausto Ernesto Corrales, hijo de un amigo cercano, quien se encargaba de manejar su camioneta luego de que el diputado electo había sido operado días antes. Hasta el momento, este es el único testigo de su asesinato.
Posteriormente, los agresores intentaron acabar con su vida de manera definitiva en la gasolinera, sin embargo, se señala que Cuén ya había muerto. Y es que en el video compartido por la Fiscalía estatal se ve a Fausto Corrales en la gasolinera, abriendo brevemente la puerta de la camioneta, sin bajar el vidrio, para que el despachador no se diera cuenta de que Cuén Ojeda ya había fallecido.
Después, cuando llegan los sicarios, se ve cómo uno abre la puerta de la camioneta, mira al interior, y en menos de tres segundos vuelve a subir a la moto. Supuestamente se habrían percatado de que el exrector ya estaba muerto y solo realizaron un disparo adicional, aunque hasta ahora no se ha recuperado el casquillo, lo que ha complicado la investigación.
“No se ha logrado establecer el calibre porque nada más se logró recuperar una ojiva que estaba en muy mal estado”, dijo Sara Bruna Quiñonez, fiscal de Sinaloa, en conferencia de prensa. En esa misma declaración precisó que la familia de Cuén Ojeda decidió cremar el cuerpo.
Finalmente, la versión oficial de la Fiscalía establece que Héctor Melesio Cuén falleció a las 23:00 horas del 25 de julio, tras 18 minutos en estado de shock en una clínica privada en Culiacán, Sinaloa, desmintiendo así la hipótesis del intento de robo en la gasolinera como causa directa del deceso. Pero esta hora tampoco concuerda con lo dicho por El Mayo, que señala que Cuén Ojeda fue atacado en la mañana.
El Mayo Zambada, en declaraciones sobre el caso, lamentó la muerte de Cuén, a quien llamó su amigo, asegurando que no se trató de un ataque al azar: “Sé que la versión oficial es que fue tiroteado en una gasolinera por dos hombres en motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que ocurrió”, indicó, haciendo hincapié en la conexión personal que tenía con el fallecido.
Con información de Infobae.