Taxis y Tecnología
Por: Alberto Velasco Vera
La semana pasada tuve la oportunidad de entrevistar al Diputado Héctor Pizano, acerca de la reforma que pretende hacer a las leyes de Movilidad y de Ingresos, en lo que respecta al servicio ejecutivo de transporte como son Uber, Cabify, DiDi, etc., y que entre las modificaciones a la legislación en la materia se pretende eliminar el pago en efectivo a las plataformas del transporte ya mencionadas y con ello combatir al transporte pirata.
Las plataformas móviles para el servicio ejecutivo de transporte como UBER, Cabify o DiDi iniciaron otorgando un servicio de transporte seguro, limpio, económico y de calidad; sin embargo, con el paso de los años, el aumento de socios en estas plataformas, la falta de control de las unidades, las continuas cancelaciones, el cobro en efectivo y el descuido de los vehículos, provocó que el servicio ejecutivo que se otorgaba decayera.
Escuchando la demanda de los usuarios, el diputado local Héctor Pizano Ramos, propuso cambios en la Ley de Movilidad y Transporte, con el fin de que las empresas de servicio de transporte a través de aplicaciones digitales vuelvan a brindar un servicio decente, seguro y de calidad como en un principio ofertaron.
Desde el Congreso de Jalisco se impulsa: que los choferes de las plataformas móviles se acrediten para obtener la licencia correspondiente; se elevarán las multas por no contar con la licencia de transporte y se eliminará el pago en efectivo, con ello, se garantiza el seguro a los usuarios.
Otra de las bondades de esta iniciativa es el combate al transporte pirata, que pone en riesgo al usuario al no ser un medio seguro y confiable, aumentando las multas que llegarán a ser de 32 mil pesos.
Lo que se pretende es hacer una revisión a los requerimientos y servicio al cual estábamos acostumbrados. Existen más de 34 mil vehículos de plataforma contra 21 mil taxistas tradicionales en el estado de Jalisco.
Queda de manifiesto la calidad y el costo del servicio, lo cual está en duda en las unidades de plataformas y de taxis tradicionales.
El fin de semana pasado utilice el servicio de Uber para un traslado de aproximadamente 9 kilómetros en un horario de entre las 12 y 13 horas, el costo en efectivo fue de aproximadamente 80 pesos, al regreso tome un taxi al que me subí con toda la libertad de ver si se utiliza el taxímetro y sin negociar tarifa alguna, al final pagué algo más de 140 pesos, es decir casi el doble de lo que el servicio privado o ejecutivo me ofreció.
Otra experiencia fue que el mismo fin de semana en la ciudad de Puerto Vallarta, los taxistas, a decir de los lugareños, nunca han utilizado el taxímetro, de hecho no cuentan con él, en el caso de Vallarta muchas tarifas ya están establecidas de acuerdo a los recorridos. Al ser un destino turístico de primera, las tarifas ya las establecen los hoteles de acuerdo a los destinos más solicitados como son al aeropuerto, terminal de autobuses, al centro de la ciudad y algunas playas de la Riviera nayarita o de la Costa Norte del Estado, y que por demás hacen un servicio caro.
En la mayoría de los casos el uso del Taxi urbano de acuerdo a los usos y costumbres, es que se logre una tarifa “negociada” entre el usuario y el taxista, que en la mayoría de los casos gana el chofer. Predomina el “ni tú, ni yo, que sea …..”
Lo que si dejo de manifiesto es que en el caso de los servicios de taxis a través de plataforma, deben ser mayormente vigiladas, ya que últimamente han sido criticadas por los abusos y la inseguridad que predomina hacia los usuarios, que incluyendo los taxis urbanos tampoco garantizan nada.
Creo y considero que las autoridades correspondientes como es la Secretaría del Transporte, deben ser más observadoras y vigilantes con estos servicios, en el cumplimiento de todos los requisitos que se establecen por ley tanto para unos como para otros. El ser permisibles ante las irregularidades los hace ser corresponsables de la corrupción, al permitir que en algunos se exija más que en otros. Lo que debe predominar es: “o todos coludos o todos rabones”.
