Cuando se cumple un mes de la captura de José Antonio Yépez Ortiz, alias el Marro y uno de los capos más peligrosos de México, la sombra del miedo y la violencia permanece en el estado de Guanajuato, principal centro de operaciones de quien fuera la cabeza del Cártel Santa Rosa de Lima.
«La verdad es que yo me sigo sintiendo inseguro, con o sin el Marro. Los asaltos y robos siguen así que pues aquí seguimos», dice este miércoles a Efe Sergio, comerciante y uno de los pocos que aceptan hablar sobre el tema.