Por: Fernando Plascencia
Un candidato a la presidencia me hizo recordar un artículo de 2012 del Banco Interamericano de Desarrollo, donde el columnista, creo recordar que, de origen latinoamericano, mostraba su sorpresa porque en Zurich, no solo existe un río que cruza la ciudad llena de edificios, sino que la gente podía, si así lo quería, saltar al agua para disfrutar de una refrescada.
Por extraño que nos parezca a los tapatíos, hay ciudades en los cinco continentes con ríos urbanos, donde los ciudadanos conviven con estos cuerpos de agua, sin preocuparse por su contaminación.
¿Por qué en Guadalajara no ocurre esto?
Por internet, en particular por una página que el ITESO pone a consulta abierta, sé que en nuestra ciudad alguna vez hubo ríos que corrían como avenidas por la ciudad y que estos llegaron a ser referentes cuerpos de agua, pero que desgraciadamente no son más lo que eran, que hasta hoy ya poca gente cuenta sobre ellos.
La visión de una ciudad con ríos urbanos no se ha puesto en la mesa recientemente, y mucho menos cuando se planea con inclinación hacia el auto. Van unas ideas para entender nuestra falta de ríos.
En primer lugar, Guadalajara tiene un problema serio de sequía, qué decir la ciudad, el país entero. Según la CONAGUA hay zonas en el norte con sequía extrema, sin embargo, en 2024 se localizó a Jalisco con sequía moderada y con oportunidad para prevenir.
También debemos entender la situación a partir del recurso invertido en políticas ambientales. Con datos en la mano de IMCO, Guadalajara está por encima de la media nacional en inversiones verdes y en evolución de los ODS, pero con una insuficiente superficie del 11 % de su territorio con áreas verdes. Eso la convierte en una ciudad muy lejana a ser considerada verde, lo cual afecta a más de 100 mil personas.
A diferencia de países donde precisamente sí vemos ríos urbanos, América del Norte o Europa, la calidad de vida es excelente y la calidad del agua también. De tal suerte que además de tener ríos, se pueden dar el lujo de beberla de las llaves. Para la mala suerte de quienes todavía vivimos aquí, el informe de las Naciones Unidas sobre los ODS de 2023 sitúa a México con un limitado avance en la implementación de la gestión de recursos hídricos. Tenemos información para generar una pequeña correlación y determinar por qué no tenemos ríos en nuestra ciudad. Ahora es cuando debemos cuestionar a los políticos, en cualquiera de los espacios donde estén, si entre sus propuestas está la de poder imaginarnos una Guadalajara azul, quizás el inicio de una política ambiciosa con el manantial del Parque Agua Azul a flor de nacimiento que alimente al limpio río San Juan de Dios y que la Calzada sea un lindo paseo.
