El primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede, ha dejado claro que el territorio autónomo de Dinamarca no tiene interés en unirse a Estados Unidos, a raíz de las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien reiteró su deseo de adquirir la isla ártica. En un post en su cuenta de Facebook, Egede subrayó que «Groenlandia es nuestra» y que los groenlandeses son quienes deben decidir su futuro.
La afirmación del primer ministro se produce en un contexto donde las tensiones han aumentado desde que Trump manifestara su interés por Groenlandia, sugiriendo incluso medidas coercitivas para lograr su objetivo. Egede enfatizó que la autodeterminación es fundamental para su pueblo, resaltando que el futuro de Groenlandia no está a la venta.
Por su parte, el ministro de Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, reconoció que los groenlandeses buscan una relación más equilibrada con Dinamarca, pero descartó la idea de que quieran integrarse en Estados Unidos. En una rueda de prensa en Helsinki, Rasmussen afirmó que «no tengo idea de que quieran hacer eso», refiriéndose a las insinuaciones de Trump.
Trump, durante un discurso ante el Congreso de EE. UU., también invitó a los groenlandeses a considerar unirse a su país, argumentando que la incorporación de la isla es esencial para la seguridad nacional. A pesar de sus comentarios, Rasmussen subrayó la importancia del derecho a la autodeterminación del pueblo groenlandés, señalando que cualquier avance en la relación con EE. UU. debe basarse en el reconocimiento de su estatus dentro del Reino de Dinamarca.
En medio de este contexto, Groenlandia se prepara para sus elecciones autonómicas programadas para el 11 de marzo. A medida que se acercan los comicios, se ha aprobado una ley que prohíbe las donaciones anónimas o extranjeras, en un intento por proteger la integridad del proceso electoral de posibles injerencias externas.
Groenlandia, que cuenta con una población de aproximadamente 57,000 habitantes y un vasto territorio, depende en gran medida de la ayuda económica de Dinamarca, que representa el 40% de sus ingresos. La pesca, por su parte, constituye el 90% de sus exportaciones. Las distintas fuerzas políticas en la isla, aunque todas apoyan la independencia, difieren en el enfoque y el ritmo para alcanzar este objetivo, lo que añade una capa de complejidad a su futuro político y económico.
Con estos desarrollos, Groenlandia continúa reafirmando su identidad y soberanía, destacando que la decisión sobre su futuro debe ser tomada exclusivamente por su pueblo.
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