Por: Alfonso Javier Márquez
No se confundan, Enrique Alfaro cumplió su promesa de reducir las inversiones en medios de comunicación en 70 por ciento. Lo dijo en campaña y no solo lo cumplió, sino que presionó a los demás municipios metropolitanos cuyos alcaldes son de Movimiento Ciudadano, a los que materialmente les prohibió, sostener las inversiones en medios y los instruyó para que redujeran sus presupuestos.
Lo que no se dice es que mientras se redujo ese “gasto” en medios, se les exigió a los municipios metropolitanos que hagan su comunicación a través de redes sociales únicamente y a través de las empresas que ellos manejan o los manejan a ellos en Guadalajara: S.A. de C.V., Eu-Zén Consultores SC y La Covacha, Gabinete de Comunicación S.A. de C.V. empresas que cobran verdaderamente caros sus servicios y que ascienden a los cerca de 100 millones de pesos en lo que va de las actuales administraciones municipales.
¿La promesa del alcalde de Guadalajara era dejar de gastar en la promoción de imagen de políticos? ¿O bien era dejar de gastar en los medios de comunicación a los que llama -con cierto desdén- ¨tradicionales¨? Y lo pregunto por que al final se gasta y se gasta más en redes sociales que lo que les daban a los medios.
Se satanizó a la publicidad en medios “tradicionales” como si fuera dinero indebido o parte de la corrupción. La administración pública no solo tiene la necesidad, sino la obligación de comunicarse con la sociedad a la que gobierna y en la historia del mundo siempre se hizo a través de los medios. Hoy las redes sociales brindan a los gobiernos la posibilidad de comunicar gratis; Facebook, Twitter, Instagram y las demás redes son gratis, entonces ¿por qué nos cuestan a los ciudadanos 100 millones de pesos? ¿Qué ofrecen esas empresas al proyecto de Enrique Alfaro a cambio de tanto dinero? ¿no sería más fácil utilizar los recursos con que ya cuenta el Ayuntamiento de Guadalajara y cada municipio, para generar videos y comunicaciones con sus gobernandos?
Algo huele muy mal en el tema de las redes sociales. La Influencia que tiene sobre las decisiones Rafael Valenzuela, cabeza visible de las empresas beneficiarias, sobre el alcalde de Guadalajara, invariablemente le redunda en muchos millones de pesos. Habría que investigar quienes son los socios de esas “S.A.” y si existen personas dentro de la administración que reciban parte del dinero que se les entrega a cambio de lo que sigue sin quedar claro.
