Las autoridades del gobierno de Beijing han condenado este martes los últimos movimientos realizados por Estados Unidos en el mar de China Meridional y han tildado las operaciones como una amenaza a su soberanía.
China reafirmó su oposición a la administración de Washington por la nueva incursión con buques de guerra en su espacio marítimo, acción que siempre consideró una provocación política y militar con graves consecuencias para los nexos bilaterales.
El Ministerio de Defensa expresó su «resuelta oposición» a la operación de Estados Unidos y reiteró que «amenazaba severamente la soberanía y seguridad de China y perjudicaba la paz y la estabilidad regionales».
Este pronunciamiento se produce luego que un buque de guerra chino navegó hacia un barco de la Armada de Estados Unidos que emprendía una operación de libertad de navegación en el Mar de China Meridional y realizó una «maniobra insegura y poco profesional», señalaron autoridades estadunidenses.
El domingo por la mañana, hora local, el destructor chino Luyang se acercó a aproximadamente 40 metros de la proa del buque estadunidense Decatur, cerca de las disputadas islas Spratly, un incidente que obligó a la embarcación estadunidense a cambiar de rumbo para evitar una colisión.
El portavoz del ministerio, Wu Qian, señaló que Decatur «se entrometió voluntariamente en el Mar de China Meridional» y defendió la advertencia emitida al buque de guerra estadunidense para que se marche como «basada en la ley».
«El ejército chino llevará a cabo con firmeza su autoridad de defensa, continuará tomando las medidas necesarias y observará firmemente la soberanía y la seguridad del estado», agregó.
El Luyang «realizó una serie de maniobras cada vez más agresivas acompañadas de advertencias para que Decatur abandone el área» en las cercanías de Gaven Reef (arrecife Gaven), precisó.
El incidente se produjo en medio de una mayor tensión entre Washington y Beijing por una serie de temas, incluido el comercio.
Las tensiones entre ambas naciones obligó al secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, a abandonar su plan de visitar China a fines de octubre, según los medios estadunidenses.
El domingo, el Decatur navegó a 12 millas náuticas de los arrecifes de Gaven y Johnson en Spratlys como parte de lo que la Marina de los Estados Unidos llama libertad de operaciones de navegación.
«Los barcos y aeronaves de la Marina de Estados Unidos operan en todo el Indo-Pacífico de manera rutinaria, incluso en el Mar de China Meridional», dijo un portavoz de la Flota de los Estados Unidos del Pacífico.
«Como lo hemos hecho durante décadas, nuestras fuerzas continuarán volando, navegando y operando en cualquier lugar que permita el derecho internacional».
China tiene reclamos territoriales superpuestos con Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán en el Mar de China Meridional, una vía estratégica a través de la cual pasa más de un tercio del comercio mundial.
