Durante el fin de semana, Sinaloa registró un incremento en la violencia con la pérdida de al menos 17 vidas, incluyendo la de un elemento de seguridad municipal, en diferentes municipios y escenarios del estado.
Entre las víctimas se encuentra Jorge Humberto N., policía municipal de Culiacán, de 27 años, quien fue ultimado cuando se encontraba en compañía de sus colegas a bordo de una patrulla estacionada frente a una farmacia. Sujetos armados abrieron fuego contra ellos, dejando a uno de los oficiales muerto en el lugar.
En otros hechos, tres hombres fueron atacados a tiros en un taller mecánico ubicado en la colonia Guadalupe Victoria de Culiacán. Uno de ellos, identificado como José N., perdió la vida, mientras sus acompañantes resultaron heridos y fueron trasladados a un centro hospitalario.
También en Culiacán, se reportó el hallazgo de cuerpos en diferentes puntos: un hombre envuelto en plásticos con impactos de bala y una cartulina en la colonia Amado Nervo; otro más, también envuelto en plásticos, con heridas de arma de fuego y una cartulina cerca del fraccionamiento Isla Musala; y un empleado de una farmacia del IMSS, encontrado muerto cerca de una caseta de peaje en el tramo Culiacán-Guasave.
En Navolato, se localizaron varios cuerpos: uno en la carretera a Guamichilera, presumiblemente arrastrado y posteriormente asesinado a disparos; otro en la vía que conecta San Pedro con Buenos Aires, con signos de golpes e impactos de bala; además de otros dos en el campo Balbuena, abandonados con heridas de bala y cartulinas.
Asimismo, en la colonia Conchi Dos, fue hallado el cadáver de un hombre con las manos atadas y evidencias de violencia, dentro de una obra en construcción. En el municipio de San Ignacio, en la carretera México-Nogales, se encontraron tres cuerpos más, mientras que en la zona del tramo Culiacán-Guasave, cerca de la autopista, se localizaron otros dos hombres asesinados.
Estos hechos reflejan un fin de semana particularmente violento en Sinaloa, que continúa enfrentando altos niveles de inseguridad y violencia criminal, sin que hasta el momento se reporten detenidos o esclarecimientos específicos de los casos. La autoridad estatal mantiene su atención en la lucha contra la delincuencia, mientras la población expresa su preocupación por la escalada de violencia.