En un movimiento que busca promover la salud pública, los principales fabricantes de helados en Estados Unidos han confirmado que dejarán de usar colorantes sintéticos derivados del petróleo en sus productos, con un plazo establecido para finales de 2027. La decisión surge en respuesta a la presión de autoridades sanitarias y líderes de la industria, así como a la creciente preocupación por los posibles efectos adversos de estos aditivos en la salud.
La Asociación Internacional de Alimentos Lácteos (IDFA, por sus siglas en inglés), que agrupa a más de 40 marcas del sector, anunció que la eliminación de los colorantes artificiales será una realidad en sus líneas de productos en los próximos años. La medida forma parte de una estrategia para ofrecer opciones más naturales y reducir la exposición a aditivos potencialmente nocivos.
Diversos estudios científicos han sugerido vínculos entre ciertos colorantes artificiales y problemas de salud como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), así como riesgos asociados con el cáncer, la diabetes, trastornos gastrointestinales y alteraciones genómicas, según expertos en salud pública.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., expresó su respaldo a la iniciativa, manifestando que “esto es relevante para la alimentación saludable de los estadounidenses”. Además, el presidente de la IDFA, Michael Dykes, destacó que la transición representa un paso importante para mejorar la calidad de los productos lácteos en el país, en línea con los objetivos de salud pública.
Por su parte, representantes de algunas empresas del sector, como Andy Jacobs, CEO de Turkey Hill, señalaron que varias marcas ya han comenzado a eliminar o están en proceso de eliminar los colorantes artificiales. La tendencia refleja una creciente preferencia de los consumidores por productos con ingredientes naturales, considerando que Estados Unidos consume aproximadamente 8.6 kilos de helado per cápita al año.
El anuncio de Kennedy en abril pasado había incluido planes para restringir la autorización de ciertos colorantes sintéticos, además de colaborar con la industria para eliminar otros seis aditivos en los próximos años. Sin embargo, algunos críticos consideran que estas medidas son insuficientes y califican las acciones como voluntaristas.
No todos los actores del sector están de acuerdo con la iniciativa. La compañía Mars, uno de los principales productores, sostiene que sus productos cumplen con las normativas vigentes y que los colorantes utilizados son seguros. La Asociación Nacional de Confiteros (NCA) también manifestó su postura, argumentando que las conclusiones de Kennedy no están respaldadas por estudios concluyentes.
Por ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha acelerado la aprobación de colorantes naturales, autorizando cuatro nuevas referencias desde la administración del expresidente Donald Trump, con el objetivo de facilitar la transición hacia ingredientes más saludables en la industria alimentaria estadounidense.