Las organizaciones sociales que respaldan al expresidente boliviano Evo Morales han confirmado su intención de presentarse en las elecciones nacionales de agosto con una nueva fuerza política, tras su reciente despojo del liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS). Esta situación se produjo tras un fallo del Tribunal Constitucional que otorgó el control del partido al dirigente Grover García, cercano al actual gobierno de Luis Arce.
En una rueda de prensa celebrada por el líder campesino Pedro Llanque, se anunció que los sectores afines a Morales se reunirán en un congreso los días 29, 30 y 31 de marzo en Cochabamba, donde se llevará a cabo el «relanzamiento» de esta nueva opción política. Llanque subrayó la importancia de definir una sigla para participar en los comicios, enfatizando que una vez establecida, se iniciará una campaña de socialización a nivel nacional entre todos los sectores.
Este movimiento surge tras la pérdida del liderazgo de Morales, quien durante casi tres décadas guió al MAS, el partido que lo llevó a la presidencia. El fallo que lo despojó de su posición como líder fue resultado de un congreso que validó la dirección de García, en el que los sectores afines al gobierno de Arce consolidaron su control sobre el MAS. Esta situación se complicó aún más después de que la facción leal a Morales, conocida como los ‘evistas’, proclamara al expremier como su «candidato único» en un congreso celebrado en octubre de 2023 en su bastión político de Cochabamba.
La urgencia de una nueva alianza fue evidente en una reunión de «emergencia» llevada a cabo el lunes, donde se decidió por unanimidad que «el único candidato legal y legítimo por el instrumento político de izquierda del bloque popular por Bolivia es el hermano Evo Morales Ayma». Con la mirada fija en el futuro, Llanque afirmó que es esencial conformar una nueva alianza política, dado que el tiempo es limitado para crear un partido que pueda reemplazar al MAS, ahora liderado por García.
La reaparición de Morales en la arena política se presenta como un desafío a la actual administración y marca un nuevo capítulo en la política boliviana, donde las tensiones entre diferentes facciones del MAS han dejado al descubierto profundas divisiones en la izquierda del país. Con el congreso programado para marzo, las expectativas están altas sobre cómo se desarrollará esta nueva plataforma política y qué impacto tendrá en las elecciones venideras.
Con información de DW.