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Estadounidenses podrán usar las estampillas de comida para comprar en… Amazon

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Un antiguo esquema de subsidio para compra de comida y varias empresas punteras del comercio electrónico en línea –entre ellas el coloso Amazon– se han unido en una curiosa iniciativa para ayudar a paliar carencias nutricionales mediante compras vía internet: adquirir ‘con un clic’ alimentos frescos y recibirlos directamente en su hogar.

El programa SNAP (Supplemental Nutrition Assistance Program), tradicionalmente conocido como ‘estampillas de comida’ y que en la actualidad es un subsidio que se otorga a través de una tarjeta similar a las de débito, es uno de los más importantes apoyos para prevenir en lo posible problemas de mala nutrición en la población estadounidense de más bajos ingresos.

Por ello, los recursos que recibe una persona beneficiaria del SNAP solo pueden ser usados para comprar alimentos y los comercios que aceptan esa forma de pago deben ser parte de la red autorizada. El problema es que en muchos barrios donde vive la población beneficiada de SNAP no existen comercios en los que sus recursos puedan ser gastados –son ‘desiertos de alimentos’, como se les conoce– y por ello las personas deben desplazarse a veces largas distancias para obtener los productos que necesitan y a los que tienen derecho.

Para las personas mayores o discapacitadas ese desplazamiento es, a veces, un problema mayúsculo.

En ese contexto es donde surge la iniciativa en línea del Departamento de Agricultura (USDA), que opera el programa SNAP: esa instancia gubernamental se alió con ocho empresas para que los beneficiarios de SNAP puedan comprar sus alimentos en línea, en los portales de esas entidades, y recibir sus productos en su domicilio.

El esquema es un programa piloto que servirá como experimento para medir su viabilidad y los retos de expandir esta forma de compra con tarjetas SNAP a escala nacional, y por ello los primeros participantes son variados: Amazon, el titán del comercio electrónico, venderá en línea alimentos a beneficiarios de SNAP en Nueva York, New Jersey y Maryland, mientras que Fresh Direct, un sitio de comercio electrónico especializado en alimentos y bebidas, lo hará solo en Nueva York. Otras empresas participarán también en Iowa, Oregon, Pennsylvania y Washington, entre ellas ShopRite y Safeway.

Actualmente SNAP beneficia a unas 43 millones de personas de bajos ingresos en Estados Unidos y por ello ampliar el programa de compra en línea a escala general implicaría un esfuerzo monumental. Así, la iniciativa piloto es un primer experimento, que puede ofrecer grandes beneficios (sobre todo paliar el problema de los ‘desiertos de comida’ en muchas comunidades) pero también plantea grandes retos e interrogantes.

Uno de los asuntos clave es si la población beneficiaria, que por ser de bajos recursos no está expuesta al uso de instrumentos de compra en línea como otros segmentos de población y presumiblemente en algunos casos no cuenta en casa con los equipos (computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes) ni las conexiones de banda ancha necesarias, podrá interactuar de modo efectivo y seguro al gastar su partida de SNAP vía internet.

En este sentido, cuidar que los beneficiarios no caigan en engaños o fraudes resulta crucial para mantener la integridad y credibilidad de la iniciativa y para proteger los recursos de los participantes.

Por otro lado está el servicio en sí: garantizar que los clientes reciban en tiempo y forma sus productos, sobre todo los frescos (carnes, lácteos, frutas y verduras) que resultan cruciales para ofrecerles los beneficios nutricionales que se busca conseguir. Y, desde luego, que todo el esquema se provea a precios atractivos y que realmente sean una alternativa económica para los beneficiarios.

Pero la iniciativa también tiene sus críticos: algunos dudan de que puedan superarse los retos ya mencionados y otros, como se menciona en Crain’s, lo cuestionan alegando que sólo agravará el problema que quiere resolver: según un vocero de la asociación de tiendas de alimentos de Nueva York, trasladar el uso de las tarjetas SNAP a internet acelerará la desaparición de supermercados en los barrios, presumiblemente porque éstos perderían las ventas vinculadas a los clientes que son beneficiarios de SNAP.

Otros, como se comentó en Bloomberg hace unos meses, señalan que supermercados como Walmart aún mantienen una ventaja sobre las tiendas en línea, donde Amazon es rey: las tiendas tradicionales (y sobre todo Walmart) acaparan los cerca de 70,000 millones de dólares al año que se gastan vía tarjetas SNAP.

La nueva iniciativa de la USDA abriría a Amazon y similares una pequeña ventana en ese inmenso mercado, que podría irse ahondando en el futuro.

El programa piloto comenzará a operar este verano y aunque su alcance será limitado y aún por comprobarse se trata de un esquema de significado singular: un paso más de la transformación de lo que fueron las ‘estampillas de comida’ al mundo de las compras y transacciones en línea.

Y un nuevo campo de batalla entre colosos –Amazon vs. Walmart- que están ya enfrascados en una tremenda competencia.

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