El gobierno de Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Los Mayitos, una de las principales facciones del Cártel de Sinaloa, al catalogarla oficialmente como “organización terrorista extranjera”. La medida, emitida por el Departamento del Tesoro, se suma a la designación previa de Los Chapitos en junio de este año, intensificando la presión sobre los grupos criminales mexicanos.
Los Mayitos, liderados actualmente por Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, fueron señalados por su participación en el tráfico de fentanilo, cocaína, metanfetamina, marihuana y heroína hacia Estados Unidos, así como por delitos como secuestro, extorsión, tráfico de migrantes y corrupción de autoridades locales.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) también incluyó en su lista de sanciones a Juan José Ponce Félix, alias “El Ruso”, identificado como jefe del brazo armado de la organización. El Departamento de Estado ofreció una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que conduzca a su captura.

Además, fueron designadas cinco personas y quince empresas vinculadas a la red criminal, principalmente ubicadas en Playas de Rosarito, Baja California, una zona estratégica para el trasiego de drogas hacia California. Entre los implicados figura el empresario Jesús González Lomelí, acusado de lavar dinero a través establecimientos como Bombay Beach Club y Coco Beach Club.
Las sanciones implican el congelamiento de activos en territorio estadounidense y la prohibición de cualquier transacción financiera con los señalados. Según John K. Hurley, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, estas acciones buscan frenar el flujo de drogas y dinero ilícito, además de marcar a los cárteles como amenazas globales.
La fragmentación del Cártel de Sinaloa tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán ha derivado en enfrentamientos entre sus principales facciones, dejando más de mil víctimas en Sinaloa en los últimos años. Con esta nueva clasificación, Washington refuerza su estrategia para combatir el narcotráfico y sus vínculos con el terrorismo internacional.