Un grupo de especialistas del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) desarrolló un prototipo de topógrafo corneal, mediante una nueva metodología para la detección de posibles anomalías.
El instrumento optométrico que permite conocer el relieve de la superficie corneal, sigue un modelo basado en la prueba de Hartmann, creada para evaluar la calidad de superficies ópticas como lentes y espejos.
Al ser la córnea una superficie de reflexión especular se puede evaluar como si fuera un espejo convexo; así, el diseño mide frente de onda, aberración del frente de onda, coeficientes de la aberración óptica y topografía de la superficie anterior de la córnea.
El desarrollador de este prototipo, José Abel de la Fuente Arriaga, explicó que el prototipo está compuesto por una pantalla de Hartmann semiesférica de seis centímetros de diámetro con 56 leds (diodo emisor de luz).
Explicó que al encenderse y reflejar sobre la córnea en forma paralela con el eje óptico, modela una matriz de puntos multicromática conocida como hartmanngrama.
De la Fuente Arriaga añadió que en el proceso la matriz de puntos es capturada por una cámara de alta resolución para medir su desviación con respecto de una central de referencia formada por puntos equiespaciados, derivada de suponer una córnea perfecta.
Destacó que cuanto mayor sea la deformación de la superficie anterior de la córnea, más grande será la desviación de los puntos reflejados, el frente de onda calculado y sus coeficientes de aberración.
