Por: Rodolfo Chávez Calderón
En esa época, la nota policíaca requería dedicarle tiempo completo, pese a que los crímenes en la Zona Metropolitana no eran de tal magnitud como lo son ahora. Tampoco había una autoridad que se dedicara a informar a los reporteros de lo que ocurría momento a momento en la ciudad.
El Dr. Álvarez Macháin había sido secuestrado por un comando de policías mexicanos e informantes de la DEA que vinieron a Guadalajara para llevárselo y someterlo a juicio acusado de participar en la tortura al agente antidrogas de EUA “Kiki” Camarena, en febrero de 1985.
Al saberse del plagio, las autoridades mexicanas (PGR, Sedena y Segob), presionaron a la diplomacia de la República para inconformarse y exigieron la libertad del médico, quien finalmente hubo de ser excarcelado y deportado a México, por los vicios en su captura, hecha mediante ilegalidades.
En El Sol de Guadalajara, en esos días, publiqué una nota que se titulaba a ocho columnas: “Sabía la PGR del plagio”… Cuando la leí, ya publicada, ignoraba todo lo que había ocurrido antes de que esa información saliera impresa a la luz pública.
Días después, un primero de mayo, único día de descanso al año para mí en esas épocas, dada la demanda de trabajo en la Plana Policiaca, me llamó a casa el Lic. Guillermo Chao, quien me pidió ir a su oficina y ahí me comentó que el día que escribí esa nota, él estaba en la CDMEX, y a su casa le llamó el jefe de prensa de la PGR, Fernando Arias, para decirle que “El Procurador (Enrique Álvarez del Castillo) quería cenar con él”… “¿Cuándo?”, respondió Chao… “Hoy mismo, ahorita”, respondió Fernando.
“Nos vimos en un restaurante”, continuó Chao, y el Procurador me pidió que parara una nota que se iba a publicar en El Occidental la mañana siguiente, y que le iba a perjudicar mucho. El funcionario de la OEM, en ese entonces Presidente de Información, llamó a la redacción de El Occidental, pero en los archivos del día nada encontraron, por lo que hubieron de retirarse tranquilamente a casa convencidos de que no habría tal publicación.
Lo que no imaginaron fue que yo tenía un acuerdo con el director de El Sol de Guadalajara, Don Pedro Mellado, quien había pedido que “le guardara” notas importantes que fueran exclusivas, para utilizarlas en el vespertino y fue así como esa nota se salvó del aborto y pudo ver la luz al día siguiente. Secundada por la difusión nacional que le dio la misma OEM, y Notimex, cuyo corresponsal entonces era Sergio Villa, en ese tiempo también reportero de El Sol de Guadalajara, y replicada en todos los diarios nacionales, aquello tuvo el efecto que se esperaba en la PGR.
Y es que la nota decía, como fuente la misma DEA, que la PGR había tratado de negociar la entrega del Dr. Álvarez Macháin a cambio de 50 mil dólares y la deportación de dos políticos que se hallaban prófugos allá en la tierra “de los braceros”.
En esa cena con Chao, el entonces procurador general de la República Enrique Álvarez del Casillo habría justificado mis notas publicadas en torno al secuestro de “Kiki” Camarena… ya que le comentó a Chao el motivo por el que el gobierno mexicano defendía con todo al médico Álvarez Macháin… “Si permitimos eso, al rato van a venir por mí (Procurador de la República Álvarez del Castillo), por el general Juan Arévalo Gardoqui (Secretario de la Defensa) y por Manuel Bartlett Díaz (secretario de gobernación)”… A todos se les vincula, según la DEA, con el secuestro, tortura y asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, de quien habrían pretendido saber hasta dónde habían llegado sus investigaciones en torno a la narco política mexicana. De los tres solamente uno vive, Manuel Bartlett Díaz, a la sombra de la 4T…