Por: Salvador Cosío Gaona
A pesar de que los hospitales públicos y privados se encuentran a tope ante la demanda de atención por parte de enfermos dengue, las autoridades de salud en el estado se han limitado a lanzar un aviso epidemiológico, pues se rehúsan a aceptar que se encuentran rebasados, y de ahí que se abstengan de decretar una alerta que es lo que correspondería en este caso, porque para ellos y para la administración que encabeza el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, sería tanto cómo aceptar su incapacidad y negligencia.
El caso es que ni entre los propios funcionarios encargados de la salud se ponen de acuerdo en cuanto a la información que van generando y proporcionan a los medios de comunicación.
Por ejemplo, la directora de Prevención y Promoción de la Salud del Organismo Público Descentralizado, Servicios de Salud Jalisco, Blanca Estela Bravo Lara, reconoció que “la situación comenzó agravarse ante la falta de acciones anticipadas de prevención y fumigaciones, iniciando en junio”.
Dijo también que ante el despido de más de mil 500 personas de los programas principales como son “Patio Limpio” y contra el dengue ocurridos tras el cambio de administración, hubo de contratar recientemente más brigadistas y ya hay cerca de mil de ellos recorriendo las colonias de la Zona Metropolitana de Guadalajara y del interior de Jalisco.
La funcionaria atribuyó el aumento de casos de dengue a la resistencia del mosco Aedes Agypti al insecticida que se tenía, por lo que se tuvo que cambiar de producto.
Por su parte, la directora del OPD Servicios de Salud Jalisco, Consuelo Robles, había dicho en entrevista con “Tráfico” que se realizó la contratación de 140 brigadistas más para realizar fumigaciones y así combatir el dengue en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sin embargo, como si el tiempo no fuera un factor de vida o muerte frente a la gravedad del exponencial problema de salud, justificó, “podemos nosotros fumigar y terminar en siete días con el mosquito, pero lo que estamos haciendo es incrementar una estrategia de corresponsabilidad con las ciudadanos para que hagan la limpieza de sus patios, para que descacharricen. Podemos contratar mil o dos mil (brigadistas) pero si no empezamos a ejercer estas acciones de descacharrización y patio limpio, no vamos a poder terminar con el mosquito”.
Esta amenazante declaración por parte de la funcionaria, no sólo nos permite corroborar la negligencia, sino esa actitud de soberbia, de imposición y de querer castigar a los ciudadanos, que ha caracterizado a este nuevo gobierno.
Envalentonado como es su costumbre, el viernes pasado el gobernador Enrique Alfaro subió a sus redes sociales un texto a través del cual también responsabiliza a los ciudadanos de la problemática, y rechaza que el gobierno no esté “haciendo su chamba”.
“Es cierto, los casos de #Dengue, principalmente en el Área Metropolitana de Guadalajara, son muchos más que años anteriores. Actualmente, tenemos registrados 3,405 en lo que va del 2019, pero eso no quiere decir que el gobierno no esté haciendo su chamba.
Les explico las acciones que se han hecho y las razones de esta situación que, si no le entramos todos, difícilmente podremos combatir:
El dengue al que estábamos acostumbrados y al que las personas fueron generando resistencia ha sido el de tipo uno. Esta vez se trata del serotipo dos, que viene del Sur y Centro de América; es decir, una clase nueva y más agresiva.
Al 10 de septiembre, hemos visitado casi medio millón de casas porque ojo: no hay escasez de material, hemos nebulizado 431 hectáreas, ya que previmos la compra de insecticidas y transflutrina, se compraron nuevas herramientas para fumigar y están por llegar más. Aun así, vamos a redoblar esfuerzos.
Ante eso hay tres aspectos que tenemos que destacar:
La primera es que fumigar nunca será suficiente si, desde casa, no combatimos los criaderos de mosquitos con acciones tan sencillas como no permitir el estancamiento de agua. De lo contrario, bastan unos días para que la cosa siga como si nada hubiera pasado.
La segunda: cada que se fumiga no solo se mueren los mosquitos, sino toda clase de especies vulnerables como las abejas; esto es más grave de lo que piensas.
La tercera es que no hay vacunas efectivas, no se dejen engañar.
En este gobierno vamos a seguir trabajando sin descanso pero necesitamos tu ayuda: pasa la voz y revisa tu casa. Y, si presentas los síntomas, no esperes: ve inmediatamente a un centro de salud, hay personal suficiente para atenderte”.
Así pues, Alfaro Ramírez además de repartir culpas, pronunciar pretextos, y ofrece cifras maquilladas o incompletas por decirlo de alguna manera, asegura que hay personal suficiente en los hospitales públicos para brindar la atención, lo cual es fácilmente de refutar si se pregunta a cualquier enfermo o familiar de éste que haya acudido en los últimos días a algún centro de salud, donde las filas de pacientes en espera son interminables, muchos se retiran sin ser atendidos y la mayoría tiene que practicarse y pagar de su bolsillo las pruebas de laboratorio en consultorios privados porque en los públicos no se dan abasto.
Y es que Jalisco pasó en una semana del cuarto, al segundo lugar nacional por el número de casos confirmados de dengue -de 2 mil 451 a 3 mil 405 personas-.
Aunque hasta ahora la Secretaría de Salud estatal sólo ha reconocido dos muertes por este mal, la delegación del IMSS reportó nueve fallecimientos en sus hospitales y en total hay 21 mil 38 personas en espera de saber si también fueron infectadas, según datos del boletín Panorama Epidemiológico del Dengue 2019 que emite cada semana la Secretaría de Salud federal.
De hecho se podría llegar hasta los 22 fallecimientos en total si la Secretaría de Salud de Jalisco avala todas las muertes que se han presentado en semanas recientes y que se tiene sospecha fueron debido al dengue.
Entre el 9 y el 16 de septiembre el número de víctimas del mosquito portador del dengue en Jalisco se disparó y dejó atrás en la tabla a Quintana Roo y Chiapas, aunque todavía lejos de Veracruz que mantiene el primer puesto con 4 mil 845 casos confirmados.
Ahora bien, no se puede dejar de señalar que fue hasta el 7 de septiembre, cuando ya se daba cuenta de dos defunciones en el estado y se registraban mil 546 casos de dengue, que en coordinación con la secretaría de Salud, el Ayuntamiento de Guadalajara inició las fumigaciones en apenas dos colonias, El Zalate y la colonia Campesina.
Hay versiones que aseguran es una antropóloga de profesión, la que pasó de desempeñarse en una biblioteca a ser la encargada ni más ni menos que de prevenir las enfermedades en nuestra entidad, y a reserva de que se confirme el trascendido, es evidente que ha sido rebasada en su tarea y por congruencia y dignidad debería renunciar al cargo, sin menoscabo de que correspondería iniciar una carpeta de investigación para determinar hasta dónde su omisión y negligencia es la causante del desbordamiento de la enfermedad en nuestra entidad.
En descarga, la funcionaria ha dicho que “El problema es más agudo desde la población de mosquitos que ha mutado, ha cambiado y se ha puesto en esta forma tan grave, que ahora es el cero tipo dos, que es más grave, que es contagioso, que entonces esa es la gran parte de la problemática que tenemos ahorita”.
No se descarta que sea parte del problema, pero también es cierto que las campañas informativas no fueron ni oportunas ni efectivas y principalmente que no se ha cumplido con la tarea de los gobiernos de fumigación en las calles, una actividad a la que nos acostumbraron los gobiernos pasados y que tan efectiva resultaba.
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