El ministro de Relaciones Exteriores del este de Libia, Abdulhadi Lahweej, dijo hoy que su gobierno no puede obligar a levantar el bloqueo petrolero en el país y suspendió su participación en las conversaciones de paz.
El representante del Ejército Nacional Libio (ENL), liderado por el mariscal Jalifa Haftar, dijo que no pueden usar su poder para levantar una decisión popular de bloquear las instalaciones.
«La participación (en las conversaciones de paz en Ginebra) por el momento está suspendida», agregó en conferencia de prensa luego de explicar que los ingresos petroleros fueron usados por el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), con sede en esta capital, para pagar mercenarios en su contra.
Fayez al-Sarraj, del GNA, al referirse al primer ministro libio dijo que era un “criminal de guerra” por aceptar esos mercenarios para matar personas, quienes ya representan una amenaza no solo para Libia, sino para todos los países europeos.
El mes pasado, Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” por la suspensión de las operaciones en cinco puertos del país de la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) de Libia, anunciada previamente por Haftar.
Más de 280 civiles han muerto desde abril de 2019, así como más de dos mil han resultado heridos, según la ONU. Se estima que otros 146 mil han tenido que huir del país africano.
El GNA es reconocido por la ONU y tiene su sede en Trípoli, ciudad capital del país libio. Por su parte, el ENL, dirigido por Haftar, desde 2014 se proclamó gobierno y mantiene su sede en la ciudad de Tobruk, ciudad-puerto de unos 150 mil habitantes que hace frontera con Egipto.
