Filipinas atraviesa un momento de profundo cambio político tras las recientes elecciones de medio mandato, en las que la oposición logró importantes avances en el Congreso. Ante este escenario, el presidente Ferdinand Marcos Jr. anunció el jueves un “audaz reinicio” de su gobierno, solicitando la renuncia de todos sus secretarios de gabinete en un movimiento que busca recalibrar su gestión y responder a las expectativas ciudadanas.
Marcos, de 67 años y hijo del exdictador Ferdinand Marcos, logró la presidencia en 2022 con un amplio respaldo, en medio de un contexto de división política y desafíos internos como la inflación y la situación de seguridad. Sin embargo, los resultados electorales mostraron un aumento en la representación de la oposición en el Senado, incluyendo la victoria de candidatos aliados de su vicepresidenta, Sara Duterte, quien en meses recientes se ha distanciado del mandatario en un escenario de tensión política.
El mandatario filipino expresó que la medida no responde a cuestiones personales, sino a la necesidad de evaluar el desempeño de cada departamento para cumplir con las prioridades del gobierno. “El pueblo ha hablado y espera resultados, no política, no excusas. Los escuchamos y actuaremos”, afirmó Marcos en un comunicado oficial.
Al menos 21 ministros del gabinete, encabezados por el secretario ejecutivo Lucas Bersamin, presentaron su renuncia o mostraron disposición a hacerlo de manera inmediata. Marcos enfatizó que el proceso busca garantizar que el gobierno continúe funcionando sin interrupciones durante la transición, enfocándose en atender las necesidades urgentes de la población.
Este movimiento se produce en un contexto marcado por la tensión política, con algunos aliados de la oposición logrando escaños en el Senado, incluido un sector vinculado a expresidentes históricos y figuras controvertidas, como Rodrigo Duterte, exmandatario y crítico acérrimo de Marcos, actualmente enfrentado a acusaciones en la Corte Penal Internacional en La Haya.
El futuro político de Filipinas se encuentra en una etapa de redefinición, en la que el gobierno busca consolidar su liderazgo en medio de un panorama electoral que refleja la pluralidad y fragmentación del país. La decisión de Marcos de solicitar la renuncia de sus ministros marca un intento de fortalecer su mandato y responder a la creciente demanda de resultados concretos por parte del pueblo filipino.
Con información de AP News.