El nadador estadounidense Ryan Lochte se disculpó a través de sus redes sociales por su comportamiento en Río de Janeiro, donde él y otros tres nadadores quedaron registrados en un video en una estación de gasolina aparentemente vandalizando el lugar.
“Me quiero disculpar por mi comportamiento el pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en cómo describí los eventos de esa mañana y por haberles quitado la atención a muchos otros atletas que estaban cumpliendo sus sueños participando en los Olímpicos”, dijo Lochte este viernes en Instagram.
El nadador aceptó su responsabilidad en el caso y dijo que “aprendió algunas lecciones valiosas”.
Sin embargo no se retractó de sus acusaciones sobre el robo a mano armada que, según él, sufrieron él y sus compañeros el pasado fin de semana.
“Es traumático estar afuera tarde en la noche con tus amigos en un país extraño —con una barrera del lenguaje— y tener a un extraño con un arma apuntándote y pidiéndote el dinero para dejarte ir, pero a pesar del comportamiento de cualquier otra persona esa noche, yo tuve que ser mucho más responsable en cómo me comporté y por eso pido disculpas a mis compañeros de equipo, mis fanáticos, mis compañeros competidores, a mis patrocinadores y a los anfitriones de este gran evento”, escribió el nadador.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, dijo este viernes que siente “lástima y desprecio” por los nadadores estadounidenses que se vieron involucrados en los reportes confusos del asalto.
El alcalde le dijo a periodistas en el centro de Río que acepta las disculpas que envió la noche anterior el Comité Olímpico de Estados Unidos sobre la conducta de Ryan Lochte, James Feigen, Jack Conger y Gunnar Bentz
“Creo que todos nosotros necesitamos aceptar las disculpas del Comité Olímpico, de la misma manera que nuestro Comité Olímpico tuviera que disculparse en caso de que el asalto hubiera ocurrido. Las disculpas han sido más que aceptadas”, dijo Paes.
La policía dijo que al menos uno de los hombres vandalizó la estación de gasolina y orinaron las paredes del establecimiento.
