El modo privado, también llamado oculto, de navegación fue un invento que Google propuso para su navegador Chrome con la intención de que sus usuarios pudieran realizar búsquedas sin dejar rastro. La idea de la compañía era de lo más inocente: que no quedara ningún tipo de pista en el historial por si estuviéramos comprando un regalo a nuestra pareja o si estuviéramos haciendo algo a espaldas de nuestros compañeros de trabajo o de piso.
Pero la realidad es que prácticamente todo el mundo que usa el modo privado lo hace para ver pornografía online. De esta forma, no solo no queda huella en el historial del navegador, sino que tampoco queda información vinculada a nuestra cuenta de Google, a las cookies o a nuestro Facebook, por citar tres registros en los que se suelen almacenar datos de navegación.
En teoría, si alguien consume muchísimos contenidos de este tipo, aunque sea en modo privado, Google no tiene por qué saber nada. Pero según ha revelado la página web Mashable, la compañía del buscador tiene una forma de avisar al usuario que sabe lo que está haciendo.
Según revela Mashable, cuando alguien tiene 100 ventanas abiertas en modo oculto, lo que vendría a significar que está viendo un montón de páginas X, verá aparecer en la parte superior izquierda de su pantalla un icono de una cara guiñando un ojo. Un pequeño y simpático gesto de complicidad que solo está disponible en la aplicación de Chrome para teléfonos inteligentes.
El mismo medio explica que esta cara aparece porque el contador de ventanas abiertas solo es capaz de llegar hasta 99. Pasada esa cifra, como no hay sitio para las tres cifras, los diseñadores prefirieron poner ese emoji que parece saber lo que el usuario se trae entre manos.
