Hace tres años, el mexicano Juan Pedro Franco obtuvo un récord Guinness. Fue el ser humano más gordo del mundo, al dar casi 600 kilos en la báscula.
Hoy, tres años después, puede contar cómo sobrevivió a sus comorbilidades y, todavía más sorprendente, a la COVID-19.
«Yo no pensaba tanto que se me podía complicar. Ya hasta que pasa el tiempo y uno empieza a razonar es cuando empieza a pensar que pudo haberse complicado y pudo haber sido algo malo», cuenta Franco a Efe desde su casa del central estado de Aguascalientes, donde pasó un mes confinado desde el 15 de agosto.