Un ser vivo de 1.568 años ha sido testigo de la historia del sureño estado mexicano de Oaxaca y del camino hacia el México actual. Es un ahuehuete que se resiste a perder su verticalidad y que se encuentra en lo que fue el patio de maniobras de la antigua estación del ferrocarril de la capital oaxaqueña.
Al pie de este ahuehuete, el académico Rodolfo Hernández Rea, ambientalista y profesor del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, explica a Efe que este único ejemplar de este árbol de la familia de las cupresáceas, ubicado en la ciudad de Oaxaca pertenece a la especie taxodium mucrunatum, que llega a vivir hasta los 3.000 años.