Una simple mancha negra sobre fondo blanco, que parece crecer como si fuera tinta derramándose en agua, ha captado la atención de millones de personas en todo el mundo. Conocida como la ilusión óptica del “agujero en expansión”, este fenómeno visual provoca que cerca del 80 % de los observadores perciban que la figura se agranda ante sus ojos, como si se tratara de un túnel sin fin.
Aunque durante años se pensó que este tipo de ilusiones eran producto exclusivo del procesamiento cerebral, una nueva investigación sugiere que el origen podría estar en la retina.
El estudio fue realizado por Nasim Nematzadeh, investigador de la Universidad Flinders en Australia, quien modeló el comportamiento de las células ganglionares de la retina. Estas células son responsables de detectar contrastes y niveles de luz, y tradicionalmente se consideraban simples transmisoras de información hacia el cerebro.
Sin embargo, el trabajo publicado en la plataforma científica ArXiv y reseñado por New Scientist, plantea que estas células también interactúan entre sí, generando un “efecto contagio” que amplifica la percepción de sombra más allá del punto negro central.
Este mecanismo explicaría por qué el “agujero” parece expandirse, incluso cuando la imagen permanece estática. La ilusión no sería una construcción cerebral, sino una distorsión provocada por la forma en que la retina procesa el contraste visual.