El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado el envío de 3,000 soldados adicionales a la frontera con México, elevando el número total de efectivos activos en la región a aproximadamente 9,000. Esta decisión se enmarca dentro de los esfuerzos del gobierno estadounidense para abordar la creciente preocupación por la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en la zona.
Según un comunicado del NORTHCOM, uno de los once comandos unificados del Departamento de Defensa, alrededor de 2,400 soldados del 2º Equipo de Combate de la Brigada Stryker (SBCT), de la 4ª División de Infantería, serán desplegados junto con aproximadamente 500 soldados de la 3ª Brigada de Aviación de Combate. Estos militares se encargarán de apoyar a la policía fronteriza en diversas actividades, aunque no participarán directamente en operaciones de deportación.
El comandante Gregory Guillot destacó que estos despliegues permitirán aumentar la «agilidad y capacidad» de los esfuerzos destinados a frenar el flujo de inmigrantes y drogas en la frontera sur del país. Las tropas de la Brigada Stryker se centrarán en tareas de vigilancia y apoyo administrativo, así como en el transporte logístico. Por su parte, las fuerzas aéreas contribuirán al movimiento de personal, equipo y suministros, así como a la evacuación médica aérea.
La seguridad en la frontera ha sido una prioridad para el presidente Donald Trump, quien previamente declaró una emergencia nacional en la zona en su primer día en el cargo. Desde entonces, ha prometido llevar a cabo una de las mayores campañas de deportación en la historia de Estados Unidos, un país que alberga a cerca de 11 millones de personas en situación irregular, muchas de ellas de origen latinoamericano y de condiciones humildes. Para ejecutar su plan, Trump ha movilizado a su gabinete y ha firmado una serie de decretos destinados a reforzar la seguridad fronteriza.
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